El karateca caldense ha sido campeón en torneos nacionales e internacionales desde los nueve años, pero solo desde el 2005, cuando obtuvo la medalla de plata en el Open de París, inició la tradición de comprarse un reloj cada vez que gana una presea. Andrés recuerda que el primero que adquirió fue un Swatch pequeño que le gustaba mucho. Ahora no sabe cuántos tiene, pero expresa que no los compra para guardarlos. Le gusta variar y trata de usar uno diferente cada semana.
Rendón espera ampliar su colección de relojes en los Juegos Nacionales. Es la quinta vez que participa y ha sido campeón tres veces. A sus 35 años, el caldense confía plenamente en sus condiciones físicas y mentales. Se considera el mejor atleta de su categoría (kumité 60kg) y quiere demostrar su alto nivel de competencia.
Para ello, Andrés se motiva a sí mismo constantemente. “Me digo que soy capaz. Merezco lograr el objetivo porque he luchado muy duro para ganar”. Y se repite antes de cada competencia una frase que leyó en una camiseta: ‘It's not how big you are it's how big you play’ (no es lo grande que seas, es lo grande que juegues). De eso se trata, es lo que tenga por dentro, es la actitud la que me hace ganar”, señala.
Pero el caldense también ha tenido momentos duros en su carrera por cuenta de las lesiones. Dice que las más difíciles de recuperar han sido las fracturas de nariz, pues lo dejaron tres meses fuera de competencia. “He tenido tres lesiones de ese tipo. Soy tranquilo pero cuando me lesionan pienso en muchas malas palabras. No se las grito a nadie porque entiendo que es un deporte de contacto y estoy expuesto a golpes. De todas maneras siento mucha impotencia”.
Rendón cuenta que para ser el mejor karateca ha sacrificado muchas cosas en su vida personal y laboral. “He tenido que dejar sola a mi esposa, a mi familia y amigos en ocasiones especiales”. No obstante, Andrés aclara que no se arrepiente. “Estar solo en un hotel encerrado y concentrado para obtener una medalla es difícil. Es el sacrificio para lograr el objetivo. El karate me ha dado todo en la vida. La posibilidad de viajar por el mundo, compartir con mucha gente, hablar otros idiomas, estudiar y hasta conocer a mi esposa”.
También, señala que le ha dejado muchas anécdotas. Una de las que más recuerda es el día que tuvo que pelear con su hermano Sebastián la final de karate en los Juegos Nacionales del 2004. “Los dos representábamos a Caldas y llegamos a la final. Antes de salir al combate le dije: ‘Que gane el que tenga que ganar’ y yo gané. La pelea estuvo buena. Fuimos muy leales, no nos lesionamos”.
Rendón no solo dedica su tiempo al karate. Se graduó como arquitecto de la Universidad Distrital en el 2004 y lleva cuatro años y medio trabajando para la Alcaldía de Manizales. Explica que le gusta el tema de la arquitectura deportiva y le encantaría trabajar en el diseño de ese tipo de escenarios en Colombia.
El caldense espera no solo dedicarse a su profesión cuando llegue la hora de su retiro, quiere seguir ligado con el deporte enseñándole a las nuevas generaciones todo lo que aprendió en su más de 25 años de carrera.
Foto: Facebook Andrés Rendón