En Señal Colombia Deportes analizamos el crecimiento, la evolución y los logros que ha logrado el fútbol femenino en nuestro país.
La popularidad de las ligas profesionales femeninas de fútbol ha ido en aumento apenas en la última década, pese a que la tradición futbolística femenil tiene una larga y nutrida historia que contrasta con la del fútbol masculino por las dificultades que ha enfrentado para competir con sus pares masculinos.
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Mucho se dice sobre el fútbol femenino, pero lo cierto es que su popularidad está en ascenso y parece que va para largo. Por eso, te contamos un poco de cómo llegó hasta acá y porque pese a los detractores el fútbol femenil tiene mucha cuerda para dar en el presente y en el futuro.
Contradictores y machismo
La exclusión de las mujeres en el fútbol, y en general de todo tipo de actividades atribuidas casi exclusivamente al género masculino está relacionado con el machismo, o como se ha denominado en la actualidad, con el Patriarcado.
Por un lado, aunque producto las luchas del feminismo han cambiado dicha concepción, en muchas sociedades actuales, y en las sociedades occidentales de hasta hace algunas décadas, se endilga a la mujer el papel del cuidado del hogar y la reproducción. Vale la pena recordar que hasta hace siete décadas en Colombia las mujeres no tenían derecho al voto democrático.
Este deporte no es la excepción, y fue el activismo feminista el que ha logrado llegar a donde ha llegado en la actualidad. En este caso, la historia recuerda frecuentemente a Netty Honeyball, defensora de la emancipación de las mujeres quien declaró que demostraría que no había nada de natural ni biológico en el escaso interés de las mujeres por el deporte, sino que estaba convencida de que era la sociedad la que por entonces las excluía de ese tipo de espacios reservados para la masculinidad.
“En la actualidad la carrera de futbolista femenino tiene incluso más oportunidades para el desarrollo profesional, pues se ofrece a las futbolistas jóvenes becas universitarias en Estados Unidos, y la liga profesional también ha sido de mucha ayuda para las carreras deportivas, pues abren la oportunidad a salir al exterior. Hoy en día en España, Estados Unidos, Suecia y Alemania son unos de muchos muchos países referentes donde el fútbol femenino se hace cada vez más competitivo”, explicó Sharon Ramírez, futbolista profesional de 21 años que lleva 10 años en dicha carrera deportiva.
A lo largo de su historia, el fútbol femenino ha sido obstaculizado durante décadas, por ejemplo a través de la prohibición: en Inglaterra estuvo prohibido de 1921 a 1971, en Brasil de 1941 a 1979, y en Alemania hasta 1970, de acuerdo con la página especializada Futboleras.
Otro tema de discusión recurrente entre los detractores del fútbol femenino es que es “aburrido” en comparación con el masculino. Sin embargo, la popularidad que ha alcanzado recientemente, e incluso sus cifras de recaudo por los espectáculos de balompié femenil parecen demostrar lo contrario.
“El fútbol femenino tiene muchos seguidores, se ha visto en la Copa América, incluso en la copa local, y los estadios cada vez se llenan más. En el exterior también gusta muchísimo. A veces la imagen que tiene la gente del fútbol femenino es que es menos dinámico pero sólo hay que darle una oportunidad para confirmar que no es así”, agregó Ramírez, quien ha pasado por clubes como Cúcuta Deportivo, Millonarios y la selección Colombia sub 17 y sub 20.
De acuerdo con Futboleras, el fútbol femenino es un producto deportivo fresco, rentable y con un gran potencial para las marcas. La página cita el ejemplo de Visa, la cual realizó la misma inversión en el pasado Mundial de Francia (2019) que en la cita de Rusia del Mundial masculino.
La cita mundialista de 2019 habría dejado réditos económicos para el país galo de 284 millones de euros a su PIB, y atrajo a 1,2 millones de espectadores franceses y extranjeros, además de los impresionantes datos de audiencia que produjo: más de un billón de espectadores en todo el mundo.
La selección estadounidense masculina tiene un récord impresionante en su haber: su camiseta del Mundial fue la más vendida de Nike por delante de la de Messi del mismo año, y atrajo un mayor número de aficionados a los estadios.
“El fútbol femenino está abriendo espacios gigantes, como en Eu, hay suelos y condiciones más igualitarios, nosotras como mujeres nos gusta que la gente nos apoye, vaya al estadio, es muy enriquecedor y soy muy feliz de ver en la televisión la eurocopa, la copa américa femenina, eso es un avance tremendo”, destacó Ramírez.
Cómo ha sido el proceso de consolidación
En 1894, Netty Honeyball, fundó el primer club femenino: el “British Ladies Football Club”. Honeyball, cuenta la historia, declaró que con esto quería demostrar que la mujer podía emanciparse y tener un lugar importante en la sociedad además de representación en el Parlamento.
Sin embargo, en 1902, la Federación Inglesa de Fútbol prohibió el fútbol de mujeres y jugar contra equipos femeninos, y para 1921, le negó a los clubes prestar sus estadios para disputar encuentros públicos para futbolistas femeninas.
SIn embargo, llegó la Primera Guerra Mundial, clave en la historia del balompié femenino en Inglaterra, pues debido a que muchos hombres fueron reclutados por las fuerzas armadas británicas y partieron al campo de batalla, la mujer se introdujo masivamente en la fuerza laboral, y por extensión en los torneos de fútbol que eran populares entre la mano de obra. Muchas fábricas tenían sus propios equipos de fútbol que hasta ese entonces eran privilegio de los varones.
La Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) prohibió el fútbol femenino en sus campos oficiales hasta 1971, y fue hasta la Unión de Federaciones Europeas de Fútbol (UEFA), ese mismo año encargó a sus respectivos asociados la gestión y fomento del balompié femenino.
Pronto, países como Italia, Estados Unidos o Japón llegaron a constituir ligas profesionales competitivas de fútbol femenino, cuya popularidad no envidia a la alcanzada por sus símiles masculinos.
Sin embargo, los obstáculos fueron muchos más, y las primeras competiciones internacionales de fútbol femenino no contaban con el reconocimiento de la FIFA, de modo que se celebraron extraoficialmente.
Finalmente, después de algunos campeonatos internacionales previos, como el Torneo Invitacional Femenino de la FIFA de 1988, en 1991 se disputó en China la primera edición de la Copa Mundial Femenina de Fútbol, con triunfo del seleccionado de los Estados Unidos.
A partir de 1999, esta competición ha acumulado cada vez más interés internacional, consolidándose en las siguientes ediciones, celebradas cada cuatro años.
Por su parte, el fútbol femenino entró a los Juegos Olímpicos desde que se incluyó en el programa de los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 (Estados Unidos), ante la creciente popularidad del fútbol femenino.
En América del Sur, fue apenas hasta 2009 que se empezó a disputar la Copa Libertadores Femenina, el máximo certamen de fútbol femenino en América del Sur, mientras que en Colombia la primera temporada de la liga de fútbol profesional femenina tuvo su primera temporada hasta 2017.
Colombia protagonista en todas las categoría femeninas
La Selección Colombia Femenina ha hecho un largo proceso que ha involucrado varios aspectos importantes. Desde hace unos años las divisiones y categorías menores han encontrado el camino correcto gracias a la participación de los grandes equipos del fútbol colombiano en el desarrollo de una liga competitiva que ha buscado contribuir y mejorar la participación de las mujeres de nuestro país. Tal ha sido el éxito de nuestro fútbol que año tras año hemos sigo protagonistas en las ediciones de la Copa Libertadores Femenina; también la Selección Colombia se coronó como campeona en los Juegos Panamericanos de Lima en 2019, logró un subcampeonato del mundo en el Mundial Sub 17 en 2022, mientras que en el Mundial de mayores de 2023 las nuestras lograron llegar hasta los cuartos de final demostrando un muy buen manejo de balón que supo catapultar a varias de sus figurar a algunos de los mejores equipos del planeta.
Sin lugar a dudas la evolución del fútbol femenino es algo de aplaudir y de admirar ya que cada vez es más el protagonismo y relevancia que toma en el mundo entero.