Shesly Caicedo quiere ser contadora a punta de pedalazos
24 / 11 / 2015

Shesly Caicedo quiere ser contadora a punta de pedalazos


Por Señal Colombia
Señal Colombia
24 / 11 / 2015

La primera vez que vio a don John Jairo, su padre, montado en la bicicleta, Shesly Tatiana Caicedo Calvo (derecha en la foto) se enamoró de ese deporte y se propuso dedicarse a pedalear en busca de grandes cosas. Y esa ‘traga’ se hizo más fuerte cuando su progenitor la llevó al velódromo Metropolitano Rafael Vásquez de su natal Barranquilla, a ver cómo era que se practicaba esta disciplina.

Contrario al gusto de las mujeres barranquilleras, y costeñas en general, más dedicadas a otras disciplinas como el atletismo, la natación o el patinaje de carreras, Shesly prefirió el ciclismo, por lo exigente y porque le gustaba sentir el viento en su cara, la velocidad y el vértigo al ritmo de sus pedalazos. Nacida en la capital del Atlántico el 6 de mayo de 1995, comenzó a los 13 años en forma, en medio de una gran duda: la pista o la ruta. Optó por la primera luego de analizar muchas situaciones, en especial que en la costa es poca la actividad en carretera, pero mucho el movimiento en pista. Y vio que allí habría más probabilidades de destacarse.

Desde entonces combinaba sus estudios de bachillerato con el entrenamiento. Siempre se destacó como buena estudiante y poco a poco fue mejorando su rendimiento y consiguiendo triunfos, que se acrecentaron de la mano de su entrenador, Ricardo Moreno, con quien ahora sueña en llegar a instancias internacionales para darle triunfos no sólo al Atlántico sino al país. Se graduó como bachiller ya con algunas victorias nacionales en velocidad y dispuesta a lograr mejores cosas. Aunque algunas veces entrenó bajo el fuerte calor de su ciudad, por cuestión de horarios, logró acomodar todo y hoy se entrena y estudia sin tropiezos.

Llegó a la universidad y entró a estudiar Contaduría Pública. Hoy está en cuarto semestre y ha tenido que hacer muchos sacrificios para cumplir a cabalidad con las dos responsabilidades. “Ha sido difícil, complicado, pero gracias a Dios he tenido la disciplina de adaptarme a las circunstancias y lograr responder bien en todo. Y agradezco la colaboración de mis padres, de mis compañeros, directivos y profesores de la Universidad de la Costa, quienes me han apoyado para poder entrenar y participar en los diferentes eventos que tengo. Por fortuna he respondido con buenos resultados”.

Eso la ha hecho ‘famosa’ en su entorno y la felicitan por ello, porque reconocen su sacrificio y admiran su empeño por superarse y querer ser la mejor. Ese exigente ritmo, levantarse a las cinco de la mañana, irse para el gimnasio a preparar su parte física, luego ir a clases, enseguida almorzar y adelantar trabajos al mismo tiempo. El entrenamiento de cuatro a siete de la noche, en esa humedad infernal de su ciudad, la ha hecho más fuerte. Por ello solicita que le den una buena pulida a la pista del velódromo, ya que el escenario está bueno, pero donde se rueda no y eso perjudica.

La pista está muy desgastada y es complicado lograr buenos registros porque tiene muchos sobresaltos; eso incomoda y no permite desarrollar una buena velocidad y buscar unos tiempos superiores porque de pronto en una de esas se coge un salto de esos y uno puede caer”. Y después debe llegar a casa, cansada, a estudiar un poco más. Eso ha hecho que se pierda ratos amenos con sus seres queridos, pero ella sabe que más temprano que tarde tendrá su gran recompensa.

“Mi familia entiende y tiene claro que mis prioridades son mi estudio y mi deporte, porque mi gran anhelo desde que comencé a montar bicicleta es ir a unos Juegos Olímpicos y, por qué no, ganar una medalla en esas justas. Sería lo máximo. Por eso me toca sacrificar el estar con ellos en determinados momentos y disfrutar. Pero ya vendrá la hora de recoger los frutos de este esfuerzo”.

Sueña con hacer grandes cosas en el deporte y representar al país. “Primero debo mejorar mis tiempos y ser campeona nacional. Ya luego representar a Colombia en el ciclo olímpico, desde Bolivarianos hasta donde pueda, y la olimpiada y unos mundiales. Quiero ser parte del buen momento del deporte colombiano”. Shesly, contenta por su medalla de plata en la prueba de velocidad, conseguida en el Velódromo Alcides Nieto Patiño de Cali junto con su compañera Marta Catalina Ojeda, se despidió con una amable sonrisa y haciendo una crítica a la secretaria de la Liga de Ciclismo del Atlántico, Claudia Bonilla, quien no les entregó unas ruedas lenticulares que les regaló la Federación Colombiana de Ciclismo, porque se las dio a su hijo, arguyendo que se las habían regalado a ella para dárselas a él.

Eso nos perjudicó mucho porque con esas ruedas hubiéramos podido hacer una mejor presentación”, sentenció.

Por: Carlos Gracia
Foto: Indeportes Atlántico