La Ruta del Sol tuvo como principal atractivo el debut de Landa en el Movistar Team y la primera carrera de Froome tras su alerta de dopaje. Se reencontraron y esta es la historia de rivalidad entre el español y el británico.
El duelo entre el tetracampeón del Tour de Francia, Chris Froome, y su ex-gregario, el español Mikel Landa, fue uno de los focos de importancia de la Vuelta a Andalucía 2018.
Landa estuvo dos temporadas en el Sky Team y se fue con el sinsabor de no haber logrado grandes resultados. El español ganó la Vuelta a Burgos, el Giro del Trentino, una etapa de la Vuelta al País Vasco y una fracción del Giro de Italia, en el que se coronó campeón de la montaña. Además, fue cuarto en el Tour de Francia 2017.
El pedalista de 28 años, precisamente, resignó sus opciones de podio en la Grande Boucle del año pasado por ayudar a Chris Froome a ganar el título.
Landa, que debuta en Movistar Team en la Vuelta a Andalucía, ya había mostrado su descontento por trabajar para otro y no conseguir victorias individuales. Antes de llegar a Sky, en charla con El Confidencial había soltado: "Lo que quiero es ganar, si me mandan trabajar para otro no me gusta".
Las cosas fueron así, como no lo esperaba. Tuvo pocas opciones en las tres grandes vueltas y cuando tuvo opción de brillar, el trabajo para Froome lo opacó.
El británico en medio del Tour calificó a su compañero de ser una "amenaza real" para el título. Sin embargo, después lo matizó y apuntó que era una gran carta para su equipo en la carrera. Landa, al final, se mostró con "ira" y "frustración" luego de perder el tercer lugar del Tour por un segundo mientras trabajaba para Froome.
Ahora, la Vuelta a Andalucía los cita en equipos distintos. Este es un terreno bueno para Froome, que en 2015 se impuso a Alberto Contador.
El debate para Froome está en que aún no se ha esclarecido su positivo por salbutamol en la Vuelta a España del año anterior.
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Froome indicó en la web del Sky que confía en que se llegue al fondo de lo que ha sucedido: “Obviamente, entiendo que esta situación ha creado mucha incertidumbre. Entiendo completamente por qué ha habido tanto interés y especulación. Espero que la gente aprecie que hay límites a lo que puedo decir mientras el proceso todavía está en curso”.
Froome asistió con el español David de la Cruz, el irlandés Philip Deignan, el alemán Christian Knees, los holandeses Wout Poels y Dylan van Baarle y el italiano Salvatore Puccio.
Landa, por su parte, estuvo con el costarricense Andrey Amador y con los ibéricos Jorge Arcas, Carlos Barbero, Imanol Erviti, Héctor Carretero y Marc Soler.