Black Esteban, protagonista de "A recomponer"
Foto: DOCTV Latinoamérica
03 / 10 / 2018

'A recomponer', reconstruyendo el país con canciones


Por Sebastián Acosta Alzate
Sebastián Acosta Alzate
03 / 10 / 2018
Black Esteban, protagonista de "A recomponer"
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Vuelve DocTV Latinoamérica a nuestra pantalla, y te contamos que los protagonistas del documental 'A recomponer', una de las entregas de esta serie documental, pasaron su vida empuñando un arma y cantando historias de guerra.

Pero en la actualidad se preguntan ¿es posible volver a empezar?, ¿cómo recomponer un país a punta de canciones?

Debajo de un uniforme verde que se camufla entre la espesura de la selva hay unos seres humanos que, más allá de haber portado un arma, son talentosos en distintos escenarios, por ejemplo el teatro y la música, siendo esta última la más esperanzadora para muchos como Black Esteban y Martín Batallas, dos excombatientes de las Farc que relatan sus vidas en zonas veredales mientras realizan el proceso de transición a la vida civil.

Ambos encontraron en el rap la mejor manera de comunicar su intención de reconciliación y voluntad de paz con justicia social, pidiéndole perdón a las víctimas del conflicto.

Sus historias se encuentran en el documental A recomponer, una producción de Señal Colombia para DocTV Latinoamérica, dirigido inicialmente por Ricardo Restrepo (Cesó la horrible noche) y continuado por Patricia Ayala, directora de otros documentales destacados como Don Ca y Un asunto de tierras.

El documental arranca con una composición que surgió en medio de la guerra y que tiene como tambor un fusil que le ayuda como música de fondo mientras canta y golpea el cartucho con anhelos de que la mesa de negociación pronto se instaure.

Acerca del tema, Black Esteban aseguró que “el anhelo de esta canción empezó cuando dijeron que la mesa de negociación iba a ser en Venezuela, después dijeron que en Noruega, hasta que finalmente concretaron en Cuba; ahí dejé todos mi anhelos, en esa mesa”.

Con los anhelos que queremos cumplir allá en La Habana,
invitamos todo el pueblo de la nación colombiana para salvar la patria hermana,
para toda la gente bella que ilumina como una estrella
el camino de la paz es la solución,
no queremos vivir más la guerra en esta nación.

Entre la cantidad de rimas y versos que encontrarás en el documental, una de las canciones que más impacta es Reconciliación, cantada y compuesta por Black Esteban. Sus letras van dirigidas los colombianos que votaron el plebiscito, tanto para quienes votaron por el SÍ como por el NO. 

Por otro lado, Martín Batallas también tiene una canción que lo hizo muy reconocido en las filas tras manifestar su dolor por el asesinato de su mejor amigo de la universidad, Martín Hernandez Gaviria, a manos de paramilitares. Él decidió hacerle honores y aprovechó el protocolo de seguridad que obligaba a cambiarse el nombre para adoptar el alias Martín.

Por recuerdos como este es que su canción se llama Desenterrando Memorias, en la que canta década por década la lucha del conflicto armado.

Tanto fue el auge de este tema que hicieron parte 1 y parte 2, la diferencia entre ambos es que uno es grabado en el monte, vestido de verde y el segundo está hecho en la ciudad, dentro de la Universidad Nacional, en medio de numerosas movilizaciones que lideraron diversos sectores sindicales y del profesorado. 

Es de esta manera que el documental logra evidenciar serias transformaciones que vivieron después de 52 años de conflicto armado entre el Estado Colombiano y la guerrilla de las FARC-EP considerada el más viejo del continente. 

A través de este relato también es posible comprender la vida en las zonas de concentración establecidas en la vereda La María, donde las camas son de paja y guadua, algunos se resguardan en carpas y otros en hamacas. Alrededor hay vallas alusivas a la paz y la esperanza en la vida civil.

Tanto escatima el documental sobre los cambios del campo a la ciudad, que las declaraciones de ambos generan reflexiones inquietantes, pues una vez firmado el acuerdo de paz, varios de los excombatientes empiezan a ser asesinados a manos de extraños, generando miedo a quienes ya se reencontraron con sus familias y lo que menos piensan es en defenderse. 

“A nosotros la vida civil nos ha aporreado, porque de miliciano a uno todo se lo daban, en cambio en la ciudad todo toca comprarlo, lo más complicado es pagar arriendo y administrar el dinero para no tener deudas, ahora súmele el miedo de ser asesinado después de haber entregado uno las armas”, aseguró Black Esteban mientras sacaba el Registro Único Tributario (RUT) ante la DIAN, donde se registró como músico. 

Black Esteban, protagonista de "A recomponer".

Así mismo, Martín Batallas hacía los trámites en Medellín para sacar un certificado en la EPS y mientras lo hacían ir de un lugar a otro comentó que “la reincorporación ha sido difícil, hay mucho egoísmo, aquí en la ciudad no hay visión de lo colectivo porque en lo último que se piensa es en la vida”.  

Martín Batallas, protagonista de "A recomponer"

Ellos ya no son esos personajes que andan con un fusil amarrado como una extensión del cuerpo humano; ahora utilizan las palabras y el discurso para expresar sus ideas componiendo canciones que sensibilizan a las personas y las invitan a entender lo difícil que es hacer un proceso de paz.