Andy Warhol (1928-1987) es prácticamente una marca, un ícono del arte y la comunicación. Fue artista plástico, cineasta conceptual, promotor cultural y el máximo representante del arte pop.
Varias películas sobre su vida se han grabado y ha reencarnado en en películas de ficción y también en documentales. Uno de ellos es 'Andy Warhol: fluorescente' (2017), dirigido por Carla Duarte quien relata y analiza la vida del artista.
Warhol, nacido en Pittsburg, Pensilvania, se hizo inmortal a través de su obra, la excentricidad en su vida y una estrecha relación con los medios de comunicación. Todo ello, sin embargo, fue posible debido a su incursión en el arte pop, del que se hizo prácticamente la imagen más representativa.
El arte pop, una tendencia inspirada en la estética de la vida cotidiana y los bienes de consumo, llegaría junto con Warhol para cambiar la perspectiva del arte en general que ahora sería para el consumo de las masas.
Montaje fotográfico estilo arte pop con el retrato de Andy Warhol.
Si hablamos de Warhol pensamos también en la modernidad del arte, y en la idea de que la cotidianidad puede incursionar en el canon de lo artístico (es decir, que se puede considerar arte) y que la alta cultura donde se refugiaban movimientos como el expresionismo abstracto -y que era casi exclusivo para las élites intelectuales- tendría que acostumbrarse a que ahora el arte sería también popular.
Su incursión en el arte y en el performance (en el que convirtió su vida y su imagen para hacer de sí mismo una marca) se basó en las herramientas que aprendió en la escuela de arte en el Instituto de Carnegie de Tecnología y en la experiencia que obtuvo como ilustrador publicitario en la ciudad de Nueva York para diversas publicaciones impresas como Vogue, Harper's Bazaar, Seventeen y The New Yorker.
Warhol escaló rápido y pronto empezó a exponer en diversas galerías. Eliminó de sus obras cualquier rasgo artístico del momento como el expresionismo, o algo ya inventado en el pasado, hasta reducir su obra a una repetición en serie de algún elemento popular procedente de la cultura de masas, el mundo del consumo o los medios de comunicación.
La reacción de la escena artística mundial tuvo impacto avasallador. Ahora lo moderno en la expresión artística era el Pop, un elemento innovador que gozaba además de humor y superficialidad. Se interpretó su obra como una crítica al consumismo y Warhol se convirtió en una estrella.
El concepto era relativamente simple y tiene elementos tomados de la publicidad, que apunta a impactar grandes grupos de personas utilizando elementos que todos conocen o tienen alguna relación y sacar piezas elaboradas con diferentes técnicas que iban desde la ilustración hasta el montaje fotográfico.
Lata de sopa Campbells en exposición de galería.
De acuerdo con diferentes biografías de Warhol, el artista manifestó que había dispuesto de las latas de sopa Campbell o las botellas de Coca Cola para sus obras, pues se trataba de productos que todos conocían y era el mismo para todas las clases sociales: no había cantidad de dinero que valiera cuando esa persona consumía un producto así, pues para todos costaba lo mismo y para todos era el mismo producto.
De esta forma, Warhol logró marcar a la historia con todo un nuevo concepto sobre el arte en el que estaban incluidos casi todos sin distinguir su procedencia social, su religión o sus preferencias sexuales, algo así como una democratización osada del arte.
En otras ocasiones, Warhol no dudó en llevar este principio a otros horizontes, como disturbios callejeros, funerales o suicidios. Dentro de esta temática, por ejemplo, se recuerda con frecuencia la 'Electric chair', una de sus obras más destacadas.
Mosaico de 'La silla eléctrica' (Electric chair) de Andy Warhol.
Para 1962, cuando pasó a utilizar como método de trabajo un proceso mecánico de serigrafía, mediante el cual reproducía elementos míticos de la sociedad contemporánea y cuyos ejemplos más representativos son las series dedicadas a artistas o personalidades icónicas como la actriz Marilyn Monroe, el cantante Elvis Presley o el líder chino Mao Tse-tung -así como su célebre tratamiento de las latas de sopa Campbell- Warhol se hizo cada vez más y más importante como representante de la vanguardia artística en el mundo.
Entretanto, el artista se hizo cada vez más controversial y refinó su aspecto. Se rodeó de todo tipo de personajes extravagantes de la gran manzana, reuniendo bajo su protección -y sin distinción- cuanta humanidad hubiera en el momento. Para ello alquiló un almacén que llamó The Factory que le sirvió de taller, y que frecuentaban las 24 horas desde adictos a las sustancias alucinógenas hasta miembros de la comunidad LGBT, bohemios urbanos, artistas de todas las procedencias, políticos, o grupos de rock locales que lo fueron posicionando como figura mundial del arte e incluso de la moda, el cine y la crítica social.
En 2018 la 'Marilyn naranja' de Warhol fue vendida en 250 millones de dólares.
Así mismo, su propio nombre e imagen fue convirtiéndose en íconos y para lograrlo no escatimó en herramientas, incluso contrató a publicistas para que su nombre saliera continuamente en la prensa. Fue así que este estadounidense se posicionó como un visionario sobre lo que se convertiría el mundo: en una serie de modas de usar y deshechar, subculturas que se vuelven culturas y pasan al olvido, prensa amarilla sustituyendo a la información o reality shows dándole a las personas sus anhelados 15 minutos de fama.