La estética y la belleza que genera el blanco y negro en el cine siempre será algo memorable para los espectadores. Sin duda alguna, a través de los años, las técnicas para realizarlo han evolucionado de manera considerable, es por esto que ponemos sobre la mesa esta selección de películas del siglo XXI que nos llevan de la mano por grandes e inolvidables historias.
Lunes
29 de enero 10:30 p.m. → 'Sin City'
'Sin City', 2005
Este filme es un caso especial, fue realizado respetando el estilo visual de las novelas de Frank Miller, digamos que con un blanco y negro e incluso con eventuales tonos rojos en alto contraste. En el filme también se destacan algunos personajes o sentimientos a través del uso de la luz.
'Ida', 2014
Pawel Pawlikowski se la jugó con este filme. El director ganó diversos reconocimientos por 'Ida' y no era para menos, esta historia que se desarrolla en 1962 en Polonia donde el director dibuja con el blanco y negro y con una extraordinaria composición visual un país melancólico y rústico, plantea en la pantalla una serie de contrastes inolvidables para el espectador. No sin antes, tocar uno que otro tema tabú que aún hasta el día de hoy, se sigue colando por las ventanas.
'Ella', 2015
Esta cinta que fue lanzada hace poco tiempo en las salas de cine del país, fue filmada por Libia Stella Gómez donde la ausencia de color lo que busca, a diferencia de otros filmes, es atenuar el dolor y mostrar los grandes errores del ser humano. Según aseguró la directora 'esta es una película más reflexiva que emotiva, era necesario encontrar un efecto de distanciamiento que enfriara un poco las emociones del espectador'.
'El abrazo de la serpiente', 2015
La cinta de Ciro Guerra, una de las más premiadas en la historia del cine colombiano, es una aventura visual que logra retratar la belleza de la amazonía en una escala de grises, una historia que se convirtió en un filme inolvidable para la cinematografía nacional.
La cinta blanca, 2009
Michael Haneke investigó el fascismo por más de 20 años, un estudio minucioso que nos llevó a un impactante resultado: 'La cinta blanca'. Este filme que plasma el inicio de una de las grandes miserias humanas, fue filmado primero a color y después fue convertido al blanco y al negro en la búsqueda de que las imágenes contrastaran de manera más fuerte.
El hombre que nunca estuvo allí, 2001
Es como si todas las producciones que tocaran Joel e Ethan Coen las convirtieran en oro, ellos son los reyes Midas del cine. En inglés conocida como 'The man who wasn’t there', esta tragicomedia se sumerge en un estilo muy particular donde la ausencia de color se convierte en uno de los personajes principales de este filme.
Café y cigarrillos, 2003
Once historias basadas en momentos de café y cigarrillos, el juego del humo y las conversaciones de la vida misma, nos hacen ver en esta película una de las mejores creaciones en blanco y negro que se ha hecho en estos años recientes. ¡Ay Jarmusch qué felices nos haces con todas tus historias!
Nebraska, 2013
Hace un tiempo Alexander Payne aseguró en una entrevista que esta cinta fue realizada en blanco y negro porque buscaba "filmar la esencia de las cosas'. Y lo logró.
Este filme no solo es una historia entre un padre y un hijo, es una historia de sueños, es la narración que incluye los paisajes como personajes, melancólica, realmente es una creación perfecta, sí, nos atrevemos a decirlo, una cinta que realmente es una JOYA, así con mayúsculas.
El artista, 2011
No solamente es una cinta en blanco y negro sino que es muda, que es francesa y que arrasó en los premios Oscar del 2011. Michel Hazanavicius, su director, dejó en silencio a todo el planeta con este filme. La recreación de época, la pureza de la historia, esa historia donde fluye la naturalidad es impresionante. Sobre esta cinta hay mucho que decir y no nos alcanzaría la pantalla para hacerlo, pero sí queremos resaltar que en este filme se dejó bastante claro que el cine en blanco y negro puede realizarse aún y que puede ser parte de la escena mundial.
Persépolis, 2007
Contar la historia de una nación a través de los ojos de una niña no es tarea fácil. Mucho menos si lo haces con dibujos animados en blanco y negro. Marjane Satrapi se embarcó en la arriesgada misión de adaptar su novela gráfica (basada en su propia vida) a la pantalla grande. Por fortuna, el resultado es una de las películas animadas (para adultos) más memorables del siglo XVIII, un recorrido emocional por la vida de una mujer iraní en escala de grises y trazos de lápiz que mantienen una estética fiel a la obra impresa.