En Señal Colombia: 'La vida útil', un cuento de cine
01 / 09 / 2016

En Señal Colombia: 'La vida útil', un cuento de cine


Por Paola Arcila Perdomo
Paola Arcila Perdomo
01 / 09 / 2016

Federico Veiroj es el director y productor de esta cinta uruguaya en blanco y negro como la vida que lleva el protagonista de éste filme. Jorge Jellinek, personaje principal, interpreta un ser solitario del mismo nombre, un hombre que hace 25 años trabaja como empleado de la Cinemateca, vive con sus padres, es tímido y excesivamente sobrio. Así comienza nuestra historia.

Señal Colombia estrena

Viernes de guerreros

9 de septiembre 10:30 p.m. 'La vida útil'

 

- "Usted necesita la Cinemateca, Cinemateca lo necesita a usted"

A paso lento Jorge recorre cada pasillo de su lugar de trabajo, de vez en cuando hace las veces de locutor en Radio Capital, un programa para los amantes del buen cine que sostiene la Cinemateca, cada momento es rutinario e incluso pesaroso ante el inminente cierre de su lugar preciado. Esta cinta de 63 minutos nos muestra un ejercicio casi documental, donde los socios de la Cinemateca luchan por conservar tremendo desajuste de proyectores, piezas de imagen, sonido y lentes, sumado a 8 meses de atraso del alquiler del lugar.

Cuando la Cinemateca cierra por última vez sus puertas al público, las llaves son recogidas por Jorge de la carcasa de la película 'Vivir' de Akira Kurosawa -un pequeño guiño cinematográfico-, mientras al fondo se escucha la canción "Los caballos perdidos" de Leo Maslíah. Es así, como en medio de la derrota y una llamada a sus padres pidiéndoles que no le esperen a cenar, Jorge va cambiando los parámetros de su vida donde comienza de nuevo y donde los espectadores nos podemos comenzar a preguntar cómo y cúando comenzamos a vivir una vida útil.

Breve reflexión frente a 'La vida útil'

La vida útil

 

El dicho de sembrar un árbol, escribir un libro y tener un hijo, es una de las máximas en la crianza, además de salir de casa cuando se cumple la mayoría de edad, que en los países occidentales es contemplada de los 18 a los 21 años y en algunas partes, como en África, se alcanza a los 13 años. Al cumplirse esta edad, cualquiera que sea estipulada por la ley, se determina la suficiente madurez intelectual y física para ejercer a plena voluntad cualquier acto que se deriva de la experiencia de un ser humano.

En este límite de edad dicen que debemos salir del hotel mamá, dejar el nido o simplemente irnos de casa como una muestra para hacernos responsable, planear gastos, dejar de contar con el dinero de los padres y buscar la libertad, uno de los fines principales en la mayoría de seres humanos. Ahora bien, sin ánimo de filosofar sobre cuándo el ser humano debe alejarse de la casa para independizarse, porque sería un discurso que tiene tanto de largo como de ancho, en el caso de Jorge, el protagonista de nuestra historia, simplemente toma mucho más de lo que imaginaríamos, un personaje totalmente contrario a la palabra libertad, en búsqueda de una estabilidad eterna, tanta como para seguir viviendo con sus padres, aún 25 años después de estar trabajando.

Sin embargo, la existencia de Jorge tiene un giro de 180º y es en la segunda parte de esta historia que comenzamos a ver la transformación del protagonista, quien al perder su empleo deja de acobardarse con la vida. Jorge toma otro tipo de decisiones que en su vida rutinaria ni pensaba, y es justo aquí, en este punto de la narración que nos hace analizar ¿cuánto cuesta desprenderse de la monotonía, si es conveniente mantenerse durante años en un mismo empleo o es más eficaz cambiar constantemente, en qué momento se genera un mayor crecimiento personal cuando se sale joven de casa o cuando se sale mayorcito, hasta dónde llega la utilidad de un ser humano, somos más eficaces cuando tenemos tiempo libre, seguimos siendo productivos cuando nos dedicamos espacio, o simplemente debemos minimizar nuestras expectativas y trabajar todos los días, bajo las mismas reglas, para que nuestra existencia le encante y se ajuste a la sociedad que nos rige?

Es así como 'La vida útil' nos deja un montón de preguntas en la cabeza y donde nos queda ese halo de duda entre las decisiones que tomamos o, mejor aún, de las que nunca tomamos.

Federico Veiroj y un trozo de la historia

El director nacido en Montevideo en 1976 ha producido y dirigido cortometrajes desde sus 20 años. Para el 2008, co-produjo y dirigió su primer largometraje, 'Acné', estrenado en la Quincena de Realizadores de Cannes y ganador del Premio TVE de Cine en Construcción en el Festival de San Sebastián de 2007, formó parte de la sección Horizontes Latinos en San Sebastián 2008 y fue nominado a los Premios Goya a mejor película hispanoamericana en 2009.

'La vida útil', su segundo largometraje, fue una creación de Veiroj, quien seis años después de vivir en Madrid y trabajar en la Filmoteca Española comenzó a gestar su nuevo filme. Al regresar a Uruguay ingreso a la nómina de la Cinemateca en donde conoció al reconocido crítico de cine Jorge Jellinek, quien además ha sido jurado en festivales y ocupó, entre otros cargos, la vicepresidencia de la Asociación de Críticos de Cine de Uruguay.

Entre cafés y conversaciones Vieroj no solo convenció al crítico de ser su protagonista sino que de paso consiguió la participaión de Manuel Martínez Carril, curador, profesor y periodista, para participar en su filme y para actuar como director de la Cinemateca, es decir, como él mismo.

Cabe anotar que el filme que veremos en Señal Colombia obtuvo el Premio Cine en Construcción de la Industria en San Sebastián 2009, fue preseleccionada por Uruguay como Mejor película de habla no inglesa y en el 2010 ganó a mejor director en el Festival de Cine de Valdivia, entre otros reconocimientos.