Gabo
09 / 04 / 2018

Gabo y el cine, realismo mágico en el séptimo arte


Por Paola Arcila Perdomo
Paola Arcila Perdomo
09 / 04 / 2018
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El 17 de abril de 2014, a los 87 años de edad, se fue nuestro Premio Nobel Gabriel García Márquez, el mismo que puso en nuestro mapa mental la palabra Macondo, aquel que con cada mariposa amarilla, costumbres y situaciones asombrosas nos llevó a descubrir el realismo mágico...

Como escritor, periodista, guionista y amante del cine, recordamos a Gabriel García Márquez, a quien de cariño le decíamos Gabo. Fue el primer colombiano y el cuarto latinoamericano en recibir el Premio Nobel, galardón que no solo lo hizo visible a él sino a nuestro país. En total, su obra sumó 28 cuentos y relatos, 32 novelas, libros de recopilación, reportajes y entrevistas.

Su relación con el cine siempre fue notable y cercana. Inicialmente, el escritor participó en el cortometraje 'La langosta azul' junto a Álvaro Cepeda Samudio, Enrique Grau Araújo y Luis Vicens en 1954, una época en la que Gabo era muy joven y soñaba con ser cineasta. Este sueño se cumplió, en parte, un año después cuando viajó a Europa y entró al Centro Sperimentale di Cine en Roma, donde trabajó como asistente de dirección en la cinta 'Lástima que sea un canalla', protagonizado por Sophia Loren, Marcello Mastroianni y Vittorio De Sica.

Posteriormente, con el también reconocido escritor Carlos Fuentes, trabajó en el guión de 'El gallo de oro', de Roberto Gavaldón (1964), basado en el cuento del también reconocido escritor mexicano Juan Rulfo. En esa misma época, escribió el guión basado en su cuento corto 'En este pueblo no hay ladrones', que narra la reacción de una pequeña población al descubrir que han desaparecido misteriosamente las bolas de billar, el único entretenimiento con el que contaba el pueblo. Este cuento fue llevado al cine por el director mexicano Alberto Isaac, de hecho, el mismo Gabo actuó en la cinta junto a Luis Buñuel, Juan Rulfo y Carlos Monsiváis.

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En 1966 llegó 'Tiempo de morir', dirigida por el mexicano Arturo Ripstein, cinta que retomaría Jorge Alí Triana con una versión colombiana en 1986 en la que actuaron Gustavo Angarita, Sebastián Ospina y María Eugenia Dávila.

Participó como guionista en las películas 'Juego peligroso' (1966), de Luis Alcoriza y Arturo Ripstein; 'Patsy, mi amor' (1968), de Manuel Michel; 'Presagio' (1974), de Luis Alcoriza; 'La viuda de Montiel' (1979), de Miguel Littín; 'María de mi corazón' (1979), de Jaime Humberto Hermosillo; 'El año de la peste' (1979), de Felipe Cazals, y 'Eréndira' (1983), de Ruy Guerra.

Recordamos también el título 'Crónica de una muerte anunciada', texto que fue publicado en 1981 y cinta que fue lanzada en 1987 como una adaptación a la novela homónima del escritor, historia que nos cuenta cómo los hermanos Vicario declaran abiertamente que asesinarán a Santiago Nassar por deshonrar a su hermana menor y todos los desaciertos que cometen los personajes del pueblo al no avisar a la víctima. Cabe anotar que esta historia no solo se inspiró en un suceso real sino que además de tener un serio acercamiento a la novela policiaca también hace referencia a cada dato con la precisión de una crónica periodística.

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Poco tiempo después, en 1988, llega 'Cartas del parque', una cinta dirigida por Tomás Gutiérrez Alea, quien también participó en el guión junto a Eliseo Alberto Diego y, claramente, Gabriel García Márquez. Este filme cubano tiene lugar en Matanzas, cien kilómetros al oeste de La Habana, en 1913. Esta cinta hace parte de la serie Amores difíciles, una ambiciosa propuesta que contaba con seis episodios que giraban en torno al amor, capítulos que se centraban en la imaginación e historias de García Márquez. El primero de ellos fue 'Fábula de la bella palomera', una producción dirigida por el brasileño Ruy Guerra.

A este capítulo se le sumaron las producciones: 'Milagro en Roma', dirigida por el colombiano Lisandro Duque; 'El verano de la señora Forbes', del mexicano Jaime Humberto Hermosillo; 'Un domingo feliz', del venezolano Olegario Barrera; 'Cartas del parque' y la realización del español Jaime Chávarri 'Yo soy el que tú buscas'.

Cabe anotar en esta remembranza que nuestro escritor fue un dedicado reportero y crítico de cine en el diario El Espectador. A petición de Álvaro Mutis, uno de sus grandes amigos, se trasladó a Bogotá en 1954 para ejercer el periodismo en la reconocida publicación, donde se convertiría en un destacado cronista. Es importante destacar que el Nobel fue jurado del reconocido Festival Internacional de Cine de Cannes en 1986 y en ese mismo año, junto a Fernando Birri y Julio García Espinosa, continuaron con su amor por el cine creando la Fundación Nuevo Cine Latinoamericano y la Escuela Internacional de Cine y TV en San Antonio de los Baños en Cuba, con un fin claro: promover el séptimo arte en la región.

En Señal Colombia, recordamos algunas de esas cintas que han dejado una huella imborrable al inmortalizar al Nobel colombiano no solo por sus libros y guiones sino por las bellas imágenes del realismo mágico que quedaron para siempre plasmadas en el cine.