‘Mommy’, una historia frenética y brillante
14 / 11 / 2017

‘Mommy’, una historia frenética y brillante


Por Sherly Montaguth Gonzalez
Sherly Montaguth Gonzalez
14 / 11 / 2017

Miércoles conflictivos

22 de noviembre 11:15 p. m. → Mommy

‘Mommy’ es la cinta número cinco del director canadiense Xavier Dolan, a quien han considerado un verdadero niño genio del cine desde su debut con la película ‘I killed my mother’ cuando apenas tenía 19 años, convirtiéndolo en uno de los directores más sonados en Cannes.

Ya a sus 25 años, Dolan llevó a la pantalla ‘Mommy’, una película con una dinámica tan frenética como su personaje principal, que cuenta no solo con su dirección, sino con su guión y producción; todo este talento se desborda en est cinta que -contrario a lo habitual en cine- está grabada en una proporción 1:1, lo cual al principio puede confundir un poco pero, sin lugar a dudas, parece ser la mejor manera de contar esta historia.

La trama que le da vida a ‘Mommy’ se desarrolla en una Canadá ficticia, en la cual el gobierno ha aprobado una ley que permite que los padres de hijos con problemas de conducta puedan entregarlos en cualquier hospital sin necesidad de llenar muchos requisitos legales, haciendo fácil el proceso de abandonar a un hijo aparentemente “defectuoso” que pasa entonces a manos del estado para su tratamiento psiquiátrico.

Bajo este contexto se da la historia de Diane, una viuda en sus 40 años que se enfrenta a vivir en madre soltera en sus 40 años quien está a cargo de su hijo Steve, un adolescente naturalmente inestable y agresivo que sufre de TDAH, trastorno de déficit de atención con hiperactividad. Ante todo pronóstico, Diane se opone a entregarlo a una correccional y decide cuidar a Steve, decisión que le cuesta su vida personal y hasta su trabajo. La relación de madre e hijo es bastante tormentosa, y esto se muestra en una escena en la que Diane acusa a Steve de haber robado y el muchacho explota en un ataque de ira en el que intenta ahorcarla con sus propias manos. Así mismo, el personaje de Steve está cargado de matices dulces, casi propios de un niño ingenuo.

 

Entregando una actuación espectacular en el papel de Steve, el actor Antoine Olivier Pilon se mueve como pez en el agua en un personaje que es ángel y demonio al mismo tiempo, partiendo de escenas en las que se siente como un niño alegre y efusivo, a escenas en las que un ataque de ira lo convierte en victimario de cualquier persona, fácilmente retratando todos los estados que un joven con TDAH puede tener.

Así mismo, la actriz Anne Dorval interpreta a una madre que a diario se debate entre el amor infinito por su hijo y la frustración de ver su vida reducida a tener que dedicarse completamente a él para mantenerlo lejos de los problemas que puede provocar. Las escenas entre ambos personajes van también a los extremos, mostrando una relación de madre e hijo que en ocasiones puede ser como la de dos muy buenos amigos, y en otras puede ser un completo infierno de gritos, insultos, ataques y destrucción.

Estos actores no son nuevos para Xavier Dolan; ambos ya han participado en producciones anteriores como la joya del cine queer ‘Laurence, Anyways’, en la que un hombre en medio de una relación amorosa con su novia decide cambiar de género e iniciar la transición para ser lo que siempre quiso ser: una mujer.

Dolan se identifica por manejar ese tipo de temas en sus películas: conflictos de género, el drama psicológico de la homosexualidad, relaciones complicadas, y figuras maternas fuertes. La creación de todas estas historias le ha entregado más de 20 premios en importantes festivales de cine alrededor del mundo, siendo el Festival de Cannes el que desde su primer película lo bautizó como una joven promesa de la industria cinematográfica.

‘Mommy’ es una cinta rápida y explosiva en la que el único momento de verdadera cursilería hollywoodense se acaba tan rápido como la paciencia de Steve ante cualquier situación que lo detone; una cinta tan brillante como su banda sonora, compuesta por neoclásicos del pop internacional como ‘Wonderwall’ de Oasis y ‘Born to die’ de Lana del Rey, temas que impulsan con aún más pasión cada escena reunida en esta película que tienes que ver.