Una de las obras más reconocidas del cineasta Mamoru Hosoda es la película Los niños lobo (2012), que narra una historia sobre el curso de la vida, la familia y las decisiones que desencadenan cambios drásticos.
La historia, escrita por Hosoda junto a Satoku Okudera, cuenta la historia de Hana, una joven universitaria que se enamora perdidamente de Takao, un hombre lobo.
De aquel amor pronto nacen dos niños: Yuki y Ame, quienes como su padre nacen con la facultad para convertirse en lobos. Pero el destino separa a Hana de Takao, lo que la lleva a vérselas por sí sola con sus hijos.
Para proteger su secreto y buscar una vida tranquila, Hana se traslada con ellos hasta una humilde aldea cerca de las montañas.
Allí, mientras aprende todo lo necesario para sobrevivir junto a sus lobos, como por ejemplo plantar vegetales, arreglar la casa, etc. también verá la intemperie del tiempo hacer efecto en su familia.
Sin embargo, pese a sus esfuerzos, los pequeños de Hana crecerán y harán frente a una importante decisión que los marcará para siempre.
Por este filme Hosoda vio varias estatuillas, entre ellos a Mejor Película de Animación en el Festival de Sitges (Festival de cine fantástico de Cataluña), así como otros galardones en los Manichi Film Awards (Japón), en el Festival de Oslo y la Academia de Cine japonesa también le otorgó el premio a Mejor cinta de animación en el año de su estreno.
Sobre Mamoru Hosoda
Mamoru Hosoda es uno de los referentes actuales del cine de animación japonesa.
Ha crecido su reconocimiento por largometrajes como Mirai, mi hermana pequeña (2018), El niño y la bestia (2015), Los niños lobo (2012), Summer Wars (2009) y La chica que saltaba a través del tiempo (2006), producciones que han impactado al público por una estética caracterizada por la calidad de la imagen y detalle de las composiciones visuales.
Sus películas Summer Wars y La chica que saltaba a través del tiempo fueron ganadoras del premio a Mejor animación del año en los Tokyo Anime Awards de 2007 y 2010, respectivamente, lo que lo fue posicionando como un importante director de cine de animación.
Sus películas, además, hacen alarde de contar historias profundas atravesadas por una imaginación alucinante. Los niños lobo, por ejemplo, inscribe en su historia una oda a la familia, pero en especial a las madres.
De acuerdo con la crítica española Thais Valdivia, es el afán de superación de Hana y su determinación para seguir hacia adelante lo que fundamenta la historia. Lo que ocurre a Hana y sus hijos, aunque fantástico, es una historia con una reflexión poderosa que sigue confirmando que la animación no es sólo una forma de narrar historias infantiles.