El día que Pambelé se convirtió en el primer campeón mundial colombiano
El día que Pambelé se convirtió en el primer campeón mundial colombiano
27 / 10 / 2022

El día que Pambelé se convirtió en el primer campeón mundial colombiano


Por Señal Colombia Deportes
Señal Colombia Deportes
27 / 10 / 2022
El día que Pambelé se convirtió en el primer campeón mundial colombiano
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Antonio Cervantes ‘Kid Pambelé’ conectó su puño izquierdo con tanta fuerza en la cara de Alfonso "Peppermint" Frazer, que este cayó a la lona de inmediato. Empezó el conteo de ocho, pero Frazer — defensor del título de la división de los welter ligeros de la Asociación Mundial de Boxeo — estaba nuevamente de pie a los tres segundos, no se daba por vencido y menos ante su público, ese que había llenado el Gimnasio Nuevo de Ciudad de Panamá.

 

'Peppermint' intentó golpear a Cervantes con las pocas fuerzas que le quedaban. Sin embargo, fue inútil, estaba agotado. “Acábalo que está muerto”, le gritaban a Pambelé desde una de las esquinas del cuadrilátero, Ramiro Machado, su empresario, y Melquíades 'Tabaquito' Sáenz, su entrenador. El décimo asalto del combate se había convertido en una lenta agonía para el panameño, así lo confirmó un nuevo puño del colombiano que lo hizo caer por segunda vez en la noche. Se volvió a parar, pero ya era cuestión de tiempo la consumación de su derrota.

Segundos después llegaron los golpes que le abrieron las puertas del éxito a Pambelé y lo sacaron definitivamente de la miseria. Conectó primero con la derecha y acto seguido con la izquierda, ambos fueron directos, fulminantes, a la cara de Frazer, quien cayó definitivamente. El juez dio a Cervantes como ganador. Era la noche del 28 de octubre de 1972 y el nacido en San Basilio de Palenque se acababa de coronar campeón mundial, el primero que tenía Colombia en cualquier deporte.

Parecía que en los guantes de ese moreno de 1.75 centímetros de estatura, estuvieran contenidos el dolor y la impotencia de millones de colombianos que sufrían las consecuencias de la desigualdad y violencia en las que se encontraba inmerso el país. Esas mismas que lo llevaron a él a vender cigarrillos de contrabando, a convertirse en lustrabotas y a participar en peleas que se organizaban en caseríos y municipios de la costa caribe para ganarse su comida y la de su familia.

Con esa victoria Pambelé también empezó escribir una historia sin precedentes para el deporte nacional. Con sus puños logró que llegara la energía, un acueducto y una vía de acceso en condiciones óptimas para cualquier motorizado a su natal San Basilio de Palenque. La pantera asesina, la araña o la amenaza negra, como empezaron a llamarlo sus fanáticos y la prensa, era una de las personas más reconocidas en todo el territorio nacional. Desde el Presidente de la República hasta el último de sus vecinos en el marginal barrio de Chambacú en Cartagena, donde creció y aprendió los secretos del boxeo, lo trataban con el mismo cariño.

Ese día comenzó una leyenda para el deporte colombiano que será difícil de olvidar. La de un boxeador único, que forjó a punta de sudor y sangre sus dos títulos mundiales y los defendió con éxito en 16 ocasiones. Pambelé abrió el camino y se convirtió en ejemplo para otros campeones que hicieron vibrar a todo el país. Rodrigo "Rocky" Valdez, Ricardo y Prudencio Cardona, Miguel ‘Happy’ Lora, Fidel Bassa, el ‘Baby’ Rojas, Tomás Molinares, Elvis Álvarez y Juan Polo Pérez, son algunos de ellos.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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La vida de Antonio Cervantes es una eterna tragedia: la del campeón que fue, pero que ya no es. La del deportista que surge de la nada y regresa a ella en cuanto pasa su momento de fama. Es momento de recordar al genio que fue dentro de los cuadriláteros y al héroe fuera de ellos. Larga vida a Antonio Cervantes ‘Kid Pambelé’.

#DatoDeportivo

Antonio Cervantes ‘Kid Pambelé’ disputó 106 peleas en su carrera de las cuales ganó 91, 45 de ellas por K.O., perdió 12 y empató 3. Ganó dos títulos mundiales: en 1972, el cual defendió 10 veces con éxito hasta 1976. Recuperó su céretro en 1977 y lo defendió satisfactoriamente en ocho ocasiones hasta 1980.