Más de 40 millones de personas en el mundo viven un fenómeno que creíamos pasado: la esclavitud. En la serie ¿Por qué la esclavitud? conocerás nuevas formas de opresión en 6 poderosos documentales que exploran esta realidad.
"Nadie deberá ser sometido a esclavitud o servidumbre”, o “todos tienen derecho a desplazarse libremente”, son frases que fueron exaltadas en la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948.
Sin embargo, 70 años después, la esclavitud sigue siendo una realidad para muchos.
Fuera de nuestro radar existen casos de niños sometidos en trabajos forzados o adultos atrapados en cadenas de explotación en las que, además de no ser debidamente remunerados, su dignidad se ve vulnerada. Algunos de ellos ya olvidaron su edad y el tiempo en que empezaron a ser explotados.
Por eso en el siglo XXI nos seguimos preguntando: ¿Por qué la esclavitud?, una pregunta que hace décadas debimos haber resuelto pero que sigue preocupándonos.
Ese mismo interrogante da nombre a la serie documental que investigó diferentes casos recopilados en 6 capítulos que dan cuenta de un fenómeno afecta a más de 40 millones de personas que viven bajo una modalidad de nueva esclavitud. De toda esta cantidad, 1 de cada 3 víctimas son niños menores de 12 años, según un informe de las Naciones Unidas.
De esta forma, cientos de empleadores en el mundo violan los derechos humanos, pasando por alto que hoy en día no existen tratados vigentes de esclavitud.
Échale un vistazo a las historias que podrás conocer en ¿Por qué la esclavitud? en documentales que estarán en nuestra pantalla, uno nuevo cada mes. Así mismo, sigue pendiente de los editoriales con los que podrás ampliar la información sobre esta problemática.
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Encarcelado en Norteamérica
Estados Unidos cuenta con el número de presos más alto del mundo, son 2 millones de personas que trabajan por menos de un dólar el día.
Más allá de los crímenes cometidos por los presos, este capítulo de la serie documental evidencia el enriquecimiento del sistema de justicia penitenciario y el control total de personas pobres entre los muros, el cual es catalogado por los prisioneros como un modelo esclavista moderno.
El director ganador del Óscar, Roger Ross William, logró rastrear alrededor de 80 mil millones de dólares, dejando al desnudo varias compañías que se estaban lucrando con un modelo cargado de avaricia que, además, esconde un convencimiento a los jueces para alargar las condenas.
Como ves, la esclavitud no solo se vale de la ilegalidad para llegar a su cometido. A veces el mismo establecimiento crea estructuras legales punitivas que, lejos de castigar a los criminales, los convierte en máquinas de tiempo completo al servicio de explotadores.
Mucamas en el infierno
En una conversación grabada entre el cliente y quien ofrece los servicios, este último asegura: “Si ella habla árabe, su salario será de 200 dólares, pero si no 150 mensuales por 2 años y tres meses, no descansará ni un día y no puede salir de su casa, respecto al pasaporte tiene que quitárselo o esconderlo”.
Este documental es protagonizado por Mary Kibwana, una mujer de 35 años, quien sufrió 18 horas continuas de trabajo en pésimas circunstancias como empleada doméstica. Eventualmente pudo volver a su casa ubicada en Kenia, pero en silla de ruedas y con el 70% de su cuerpo invadido por quemaduras. Dos meses después murió.
El controvertido servicio de Kafala, es considerado una modalidad de esclavitud moderna puesto que el trabajador no puede renunciar o cambiar de trabajo, mucho menos salir del país sin el permiso de los “empleadores”. Tampoco tiene posibilidad de comunicarse con familiares o amigos.
El Kafala afecta a más de 2.8 millones de mujeres que trabajan bajo esta modalidad en Medio Oriente, especialmente en Beirut, Jordania y Arabia Saudita. La mayoría de las víctimas son mujeres originarias de Kenia, Filipinas, Nepal y Etiopía, según un informe de la ONG Human Rights Watch (Observatorio de Derechos Humanos) de octubre de 2017.
Vendiendo niños
En India se estima que unos 135.000 niños abandonados cada año no viven una infancia digna, pues su suerte termina en medio de trabajos forzosos y esclavizantes.
En este capítulo el director indio Panjak Johar explora la realidad detrás de estas estadísticas para mostrar cómo la pobreza extrema y la falta de educación entrega una nueva generación de niños esclavos en su país, cuyos días transcurren trabajando en las minas extrayendo rocas y metales preciosos, ensamblando celulares o reconstruyendo calles bajo el duro sol, cultivando plantas de té o dedicados a la prostitución infantil.
Por supuesto, ninguno de estos trabajos son por decisión propia. Ellos mismos son una mercancía para adultos, quienes los compran y los venden de acuerdo a sus capacidades físicas y sus niveles de docilidad.
En un giro interesante, el documental logra captar con cámara oculta una operación de rescate de numerosos niños que vivieron este flagelo.
Fui una esclava yazidí
El yazidismo es una religión preislámica practicada por minorías que residen en diferentes lugares de Medio Oriente, teniendo como epicentro la provincia de Nínive, al norte de Irak. Por resistir convertirse al Islam, el Estado Islámico les declaró la guerra en su intento por tomar territorios a la fuerza.
En medio de este conflicto, Shirin y Lewiza, dos jóvenes yazidíes, fueron capturadas para ser torturadas junto a decenas más entre las que se hallaban niñas de hasta 11 años de edad.
Todo sucedió en 2014 en un cinema de Mosul. Allí fueron seleccionadas, esclavizadas y sistemáticamente violadas. Algunas de ellas fueron vendidas para prostitución.
Shirin y Lewiza lograron escapar hacia Alemania gracias a Jan Kizilhan, un experto en traumas psicológicos, quien además intensificó su ayuda y logró rescatar a 1.000 mujeres más que estaban sufriendo violencia sexual.
El documental recoge sus historias al tiempo que explora cómo estas víctimas pueden recuperarse y buscar justicia de alguna manera.
Una mujer capturada
El caso de Marish una mujer europea, lleva 10 años esclavizada como empleada doméstica de una familia que la ha humillado y golpeado durante todo este tiempo.
Este documental explora cómo el miedo a ser libre puede ser más fuerte que la esclavitud misma.Es más, su hija alcanzó a vivir con ella durante este tiempo pero ella al contrario de su madre, decidió escaparse tratando de inspirar a su madre a hacerlo pero por culpa de sus traumas no lo logró. Actualmente Marish sueña con volver a verla.
Durante dos años Bernadett Tuza-Ritter, directora del documental, logró entrar al apartamento de Eta, la mujer que esclavizó a Marish, para grabar las condiciones en las que ambas vivían. Allí logró registro de los abusos cometidos.
Esclavos secretos de Corea del Norte: Héroes del dólar
Corea del Norte es un país reconocido por su eterno conflicto con los Estados Unidos. Su líder, Kim Yong Un, es un acérrimo defensor de las armas nucleares y el fortalecimiento del capital humano de su ejército.
Tanto ha sido el interés político por aumentar su capacidad armamentística que en este documental se logró un modelo de esclavitud laboral, protegido por un robusto esquema de vigilancia.
Se trata de un “esquema legal” donde los norcoreanos son enviados –de forma remunerada– como mano de obra de construcción hacia distintos países como Rusia, China y algunos miembros de la Unión Europea, pero en la letra pequeña del contrato todo el dinero obtenido por su trabajo es transferido al régimen gubernamental.
Mientras no ven su dinero y son explotados 12 horas diarias, solo les queda el consuelo de que están honrando su país, aunque subyace un comercio de seres humanos y una trata de personas soportado en un andamiaje legal de estándares internacionales.
Este documental pone al desnudo la interacción entre gobiernos para que esto suceda de forma normal, siendo cómplices de una problemática que satisface las necesidades de la guerra.