Arte Falso
23 / 08 / 2018

¿Cómo saber si una obra de arte es falsa?


Por Sebastián Acosta Alzate
Sebastián Acosta Alzate
23 / 08 / 2018
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Pinceladas alteradas, firmas calcadas y trucos de temperatura en hornos, son algunas de las hazañas que logran hacer los falsificadores de arte para engañar a curadores o restauradores, quienes buscan a toda costa cumplir protocolos técnicos para detectar si una obra de arte es falsa o verdadera para poder exponerla o venderla. 

 

Elmyr de Hory, el falsificador del siglo
Lunes 15 de abril, 7:00 p. m.

 

Suena bien problemática esta situación, pues todos vamos a entretenernos o a "culturizarnos" a los museos y ninguno de los espectadores va con el ánimo de comprobar si lo expuesto es veraz. 

 

Más allá del conflicto ético "la obra de arte no deja de ser arte por su condición de falsificación, más bien lo que están en juego allí es la apropiación social del contenido que desplaza la autoría del artista", argumentó la restauradora María Carolina Correal

Si lo vemos desde el punto de vista de las industrias culturales, cualquier obra de arte cuenta con facultades extraordinarias en su reproductibilidad técnica, es decir de reproducirse seriada y masivamente al punto que todos la podamos tener a la mano en un celular. Desde luego es una copia del original, pero es útil, portable y susceptible de ediciones personales. 

Inclusive Correal afirma que "el arte en su distribución no se banaliza, sino que se populariza, se vuelve democrático en la medida que todos lo podemos tener en una camiseta, un bolígrafo o de fondo de pantalla".

 

Vale la pena aclarar que una cosa es industrializar el arte y otra falsificarlo. Un ejemplo respetado de falsificación en la historia del arte es Henricus Antonius Van Meegeren, bien conocido por los artistas como Han Van Meegeren, "un pintor alemán que se destacó por sus retratos y su arte para engañar, pues hoy en día es un referente obligado para hablar de falsificaciones durante el siglo XX", comentó el restaurador experto César Porras,  

Todo nace durante la Segunda Guerra Mundial, tiempo en el que el arte era una esfera estética a la que todos los poderosos querían acceder, al punto que el Partido Nazi le compró a Meegeren una gran cantidad de obras de arte, las cuales eran repartidas en distintas jerarquías y militares para denotar distinción. 

Ya terminada la guerra, encontraron una gran cantidad de cuadros holandeses en las guarniciones militares de los nazis, así que los investigadores encontraron culpable a Meegeren por vender patrimonio holandés. Esto implicaba una larga estancia en la cárcel. Situación que "obligó al artista a confesar que las obras vendidas a los nazis eran falsas, y solo así lograría liberarse rápidamente. Aunque lo sentenciaron a un año por fraude y no por apoyar a los nazis, no pudo cumplir su condena por un ataque cardíaco", narró Porras. 

Antes de morir en 1947, logró engañar a varios compradores. Entre las obras más recordadas por su falsificación están Cristo y la mujer adúltera Los discípulos de Emaús.

Los discípulos de Emaús, (Meegeren)

 

 

Aunque Vermeer lo plagiaron un sin número de veces, "a los artistas impresionistas como Claude Monet y Édouard Manet también los falsificaron bastante", aseguró la restauradora María Carolina Correal. 

Este fenómeno se da, según Correal, porque genera mucho dinero y muchos artistas ven en esta práctica una oportunidad para sobrevivir a punta de pinceladas alteradas.

El caso de Meegeren es clásico y lo mencionan bastante en la academia. Como casi más reciente podemos mencionar el reseñado por Samanth Subramanian en The Guardian, medio que realizó una crónica sobre el detective de falsificación de arte más importante del mundo e inclusive relata la fluctuación y cambios de los precios cuando las obras son detectadas como falsas. 

Por eso nos pusimos en la tarea de averiguar con expertos sobre algunas de las técnicas para detectar el arte falso: 

 

Técnicas para verificar arte falso

Según César Porras, el método para garantizar un estudio sobre la autenticidad de las obras tiene dos elementos. El primero son estudios científicos previos y el segundo se basa en el análisis visual.

Respecto a los estudios científicos, en esta etapa se examina la obra con luces ultravioleta y fluorescencia de rayos X para hacer barridos electrónicos y así diagnosticar el estado químico de todos los materiales que componen la obra con un aparato llamado espectrómetro. De esta manera se puede saber qué tan modernos o antiguos son los trazos o las firmas.

Según la crónica de The Guardian, "el espectrómetro bombea luz infrarroja a través de las partículas de pigmento; una computadora analiza el comportamiento de la luz y devuelve un gráfico de espectro ordenado. Martin (el detective de falsificación) ha observado tantos de estos espectros que reconoce a primera vista los patrones arrojados por diferentes pigmentos, pero incluso si no lo hiciera, la computadora podría buscar en las bases de datos los patrones de espectro de otros productos químicos conocidos, hasta encontrar la pareja más cercana a la original".

Tan serio es este tema, que uno de los estudios más importantes en esta instancia científica, según Ángela Ovalle, experta en restauración del Archivo de Bogotá,  "es el estudio estratigráfico, el cual consiste en diagnosticar los estratos o las capas que componen el material (puede ser papel o cerámica) para evaluar su estado y su resistencia en relación con los pigmentos". 

 

Una vez se termina este proceso inicia el análisis visual. "Nosotros los restauradores de arte y documentos, somos muy cuidadosos en analizar el ductus pictórico, el cual nos permite identificar la autenticidad tanto de los trazados, como de la caligrafía incrustada en la obra junto a la paleta de colores" afirmó Porras

Aunque en Colombia el desarrollo de estas técnicas sigue en desarrollo, en Estados Unidos, un pueblo llamado Williamstone, en el estado Massachusetts se encuentra un laboratorio de las ciencias de la conservación llamado; Orion Analytical,  quienes desde el año 2000 empezaron a hacer investigaciones sobre obras de arte y bienes culturales que datan de 4.000 años de historia del arte. En el año 2016 hicieron una alianza con Sotheby's, una organización que se encarga de subastar obras, pero con la garantía científica de que es una obra legítima. 

Tanto ha sido el prestigio de esta dupla organizacional, que el FBI y el Departamento de Justicia de los Estados Unidos confían plenamente en sus diagnósticos para emitir comunicados oficiales.

Vale la pena mencionar que todos estos estudios científicos no solo aplican para obras de arte, también para archivos históricos oficiales, cerámica precolombina, entre otros materiales arqueológicos. 

Así que si eres fanático del arte y sabes de otras técnicas para detectar arte falso, no dudes en compartirla con nosotros en redes sociales y con gusto consultaremos a más expertos para ampliar este contenido.