Big History a la colombiana: La sal
18 / 10 / 2017

Big History a la colombiana: La sal


Por fgiraldo
fgiraldo
18 / 10 / 2017

Hay elementos que pueden contar la historia del país y aunque en Colombia se pueda pensar en el café como el producto históricamente representativo, hay otro que realmente está desde tiempos prehistóricos y ha marcado la historia del país: la sal.

Basta recordar que en el periodo cretácico gran parte de lo que hoy es el territorio del país estaba cubierto por el océano y que al emerger el territorio se crearon bastas concentraciones de sal y que poco a poco quedaron bajo tierra y se convirtieron en las minas de sal que hoy conocemos.

Es esa sal la que ha dado forma al comercio, ha marcado etapas históricas y ha construido identidades culturales a lo largo y ancho del país. 

En la época precolombina

Los indígenas precolombinos entendieron prontamente el valor que tenía la sal y, especialmente en la sabana cundiboyacense le dieron el valor de moneda de cambio ante las limitaciones agriculturales que padecía la región.

Según el historiador Julián López de Mesa, “En tiempos precoloniales la sal era el producto más importante de la sabana de Bogotá y con el cual compensaban las deficiencias alimentarias de la región. La sabana no era una tierra tan fértil como la conocemos hoy y era bien escaso el alimento y por tanto se veían obligados a comerciar y ese comercio que se daba se hacía con la sal”.

La sal permitió crear una red de caminos y lugares de encuentro  entre mercados indígenas donde el producto se trocaba por otros como maíz, oro, cerámicas o algodón. Inclusive, llegó a generarse una relación comerciales con comunidades costeras para intercambiar sal de mina por sal marina.

Las rutas que usaron los indígenas incluía el Río Magdalena, por dónde entraban en contacto culturas como las de los coanaos, de la región norte del país, con los Muiscas en los Andes.

Y es que la sal era tan importante que para el Zipa y el Zaque, territorios como el de Zipaquirá o Nemocón eran las joyas de la corona y les permitía acceder a muchos lujos que su ubicación geográfica les negaba, incluidas las esmeraldas, los pescados y las plumas de pavo real, entre otros. 

 

En la época de la colonia 

Cuando los españoles llegaron al país e ingresaron al interior por el río Magdalena encontraron algunas vasijas de sal en la zona de Barrancabermeja para después llegar a las tierras de Nemocón, región que resaltaron por su producción salinera al descubrir las fuentes salobres de Zipaquirá, Tausa y Zipa. 

“En tiempos de colonia, los españoles reconocen el valor de esta sal y sobre todo de la sal de mina” explica López de Mesa. Y es que los españoles logran comprender los métodos de explotación y comercio de sal empleados por los indígenas para aprovecharse de ello.

 

En la campaña independentista

La sal, como todo bien extraíble del suelo nacional, también fue parte importante en la agenda independentista. Por ejemplo, el ejercito revolucionario atacó las salinas y se llevó las herramientas de extracción, afectando la bolsa real notablemente.

A su vez, por pedido del virrey Mendinueta, el barón Alexander Von Humboldt escribió la “Memoria racicionada de las salinas de Zipaquirá”, donde planteó una necesidad de repensar la forma de extracción de sal, empleando un sistema de elaboración de galerías y una reestructuración en la administración de los bienes, acciones que empezaron a realizarse hacia 1816. Este cambio representa la evolución a la producción industrial y el abandono de los procesos autóctonos.

 

En la modernidad

 

Después de lograda la independencia, la sal no perdió su lugar de importancia en el mercado, al punto que en 1824, en la presidencia de Francisco de Paula Santander, las salinas no enajenadas se declararon propiedad de la nación.

“Hasta bien entrado el siglo 20, la sal es un producto que se distribuye desde la sabana cundiboyacense hacia el resto del país”, explica López de Mesa y agrega que “Actualmente hay otras sales, como la marina, y la sal de mina de la sabana bogotana ha perdido preminencia”.

Como puedes ver, la sal conecta muchos elementos de la historia de nuestro país, desde las conexiones comerciales precolombinas, hasta la estrategia de independencia y la evolución industrial.

Pero si quieres ver como la sal conecta la historia  de la humanidad, no puedes perderte el primer episodio de ‘Big History’.