Presidente Gustavo Petro junto a Salvatore Mancuso intercambiando sombreros por la paz y la reconciliación
07 / 10 / 2024

Histórica entrega de tierras marca un posible nuevo camino hacia la paz con las AUC


Por Tomás Alberto Pianeta
Tomás Alberto Pianeta
07 / 10 / 2024
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En un gesto simbólico, Mancuso intercambió sombreros con el presidente Gustavo Petro, quien aprovechó el momento para hablar sobre la posibilidad de reanudar los diálogos de paz, esta vez "sin la traición de Uribe".

Este evento representa un posible avance en la reconciliación nacional y pone sobre la mesa la importancia de concluir los tratados de paz con los exintegrantes de las AUC. Si bien las negociaciones previas con los paramilitares desembocaron en la desmovilización de las AUC en 2006, muchos de los compromisos adquiridos en aquel entonces no se han cumplido completamente, lo que ha prolongado el sufrimiento de las víctimas y la persistencia de la violencia en varias regiones del país.

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La reapertura de estos diálogos no solo podría garantizar una mayor justicia para las víctimas de los paramilitares, sino que también contribuiría a desmantelar de forma definitiva las estructuras criminales que surgieron tras la desmovilización parcial. La apuesta de Petro por "una paz sin traiciones" es una señal de su compromiso con una solución integral que incluya no solo a los excombatientes, sino también a las comunidades más afectadas por el conflicto.

 

El acto de reconciliación durante la entrega de tierras marca un nuevo hito en la búsqueda de paz y justicia en Colombia, con el potencial de revitalizar los acuerdos con las AUC y traer un cierre real a uno de los capítulos más oscuros del conflicto armado.

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Un paso más hacia la paz y la reconciliación

 

Retomar los diálogos de paz entre las extintas Autodefensas de Colombia (AUC) y el Gobierno Nacional tiene varias implicaciones importantes para el país, especialmente en términos de justicia transicional, reparación a las víctimas y la consolidación de la paz. Aquí algunos puntos clave sobre la relevancia de estos diálogos:

  1. Reparación a las víctimas: Uno de los principales aspectos de los diálogos de paz es la reparación de las víctimas del conflicto. Retomar los diálogos permitiría avanzar en el proceso de justicia y paz, en el que los exparamilitares deben comprometerse con la restitución de tierras y bienes arrebatados a las víctimas, así como ofrecer disculpas públicas y asumir responsabilidades por sus crímenes. Esto es crucial para la dignificación y el reconocimiento de los derechos de las víctimas.
  2. Cumplimiento de compromisos pendientes: Durante el proceso de desmovilización de las AUC en la década de 2000, quedaron varios compromisos por cumplir. Muchos excombatientes no se han reintegrado completamente a la vida civil y las víctimas aún esperan reparaciones significativas. Retomar los diálogos permitiría completar el proceso de desmovilización y asegurar que se cumplan los acuerdos previos, como la entrega de bienes y tierras para su redistribución.
  3. Reducción de la violencia: Aunque las AUC se disolvieron formalmente en 2006, facciones residuales del paramilitarismo siguen presentes en Colombia bajo distintos nombres, como las llamadas "bandas criminales" o BACRIM. Estos grupos continúan siendo una fuente de violencia en varias regiones del país. Diálogo con los remanentes y grupos disidentes de las AUC podría ayudar a reducir la violencia armada en estas áreas y facilitar su reintegración a la sociedad.
  4. Fortalecimiento de la justicia transicional: La Ley de Justicia y Paz fue creada como un mecanismo para juzgar a los exmiembros de las AUC, y estos diálogos podrían fortalecer los procesos judiciales en curso, garantizando que quienes cometieron crímenes de lesa humanidad sean procesados ​​de manera adecuada y se avanza en la verdad y justicia en el país.
  5. Consolidación de la paz territorial: La paz en Colombia no solo depende de los acuerdos con las guerrillas, como el firmado con las FARC en 2016, sino también de resolver el legado del paramilitarismo. Retomar los diálogos ayudaría a consolidar la paz en las regiones más afectadas por la violencia paramilitar, donde la presencia del Estado sigue siendo débil y los conflictos territoriales persisten.

En conclusión, los diálogos de paz con los exmiembros de las AUC son esenciales para avanzar en la justicia reparadora, completar el proceso de desmovilización, reducir la violencia y consolidar la paz territorial en Colombia.