Su abuelo materno fue el expresidente Julio César Turbay Ayala, y su madre, la periodista Diana Turbay, fue secuestrada y asesinada por el Cartel de Medellín cuando él tenía apenas cuatro años. Esta tragedia definió, en gran parte, su vocación: construir un país más seguro, justo y sin violencia.

Miguel Uribe: formación y primeros pasos en la política
Se graduó como abogado de la Universidad de los Andes, donde también hizo una maestría en Políticas Públicas, completando posteriormente estudios en Administración Pública en Harvard. A los 25 años, en 2012, fue elegido concejal de Bogotá por el Partido Liberal, destacándose como el más votado y joven del cabildo. En 2014 fue nombrado presidente del Concejo Distrital, cargo que asumió gracias al respaldo de la mayoría del cabildo.
Secretario de Gobierno de Bogotá
En 2016, bajo la alcaldía de Enrique Peñalosa, fue designado como Secretario de Gobierno, convirtiéndose en el más joven en ocupar ese cargo en la historia de Bogotá. Desde ese puesto, lideró iniciativas clave como el Plan de 100 días por la seguridad y el nuevo Código de Policía, aunque también tuvo que enfrentar críticas por algunas decisiones de su gestión.
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Aspiraciones y senaduría
En 2019 renunció para aspirar a la Alcaldía de Bogotá, apoyado por una coalición ciudadana que recibió más de 400.000 firmas. Aunque terminó en cuarto lugar, obtuvo una votación significativa que consolidó su liderazgo. En 2022 fue elegido senador por el Centro Democrático, siendo el más votado de su colectividad, cargo desde el cual se convirtió en una figura prominente de la oposición.
Un hilo de esperanza trágicamente interrumpido
En marzo de 2025 anunció su precandidatura a la presidencia para las elecciones de 2026. Sin embargo, fue víctima de un atentado el 7 de junio en Bogotá que le causó graves heridas. Después de meses de hospitalización, falleció el 11 de agosto de 2025 a los 39 años. Su muerte, ocurrida meses después de sobrevivir un ataque, conmocionó al país y evocó sombrías memorias de violencia política que muchos creyeron superadas.
Un legado de lucha y conciliación
Su vida fue una constante lucha por un país sin violencia —una herencia dolorosa, pero honrada con dignidad. En sus palabras: “Mi madre dio su vida por una causa. Su causa se volvió mi propósito: lograr un país sin violencia”. Uribe Turbay nos recuerda lo urgente de preservar la democracia y lo frágil que sigue siendo, y también cómo la memoria personal puede transformarse en servicio público.