'El Teatro La Candelaria: recreación colectiva' documental realizado por Sandro Romero Rey, llega este lunes festivo 6 de junio a las 6:30 p.m. a nuestra pantalla, una espléndida remembranza de éste, uno de los sitios más emblemáticos de la cultura en el país. Un registro donde las historias secretas, la lucha de diversas personalidades por el arte en el país, sus experimentos teatrales, sus creaciones colectivas, sus diversas expresiones a través de las tablas y sus lugares imaginarios hechos realidad, son una muestra de 50 años de arduo trabajo por el arte en el país.
En esta producción, Carolina Vivas, actriz; Arturo Alape, escritor; Vicky Hernández, actriz; Carlos José Reyes, director; Kepa Amuchastegui, actor y director; Fernando Duque, crítico; además de Santiago García, director y fundador del Teatro y sus integrantes como Patricia Ariza, Francisco Martínez y Cesar Badillo, entre otros tantos personajes, dan cuenta de la continuidad y el esfuerzo para mantener este espacio dedicado al arte y a la sociedad.
Sandro Romero habla con Señal Colombia
El director de 'El Teatro La Candelaria: recreación colectiva', Sandro Romero Rey, nos cuenta los detalles de su creación y de su vida en el Teatro.
Señal Colombia: Usted descubre el teatro a los 9 años, a los doce realiza su primer montaje, además de estudiar teatro en Francia, entre otras tantas inmersiones con este arte, cuéntenos por qué es justo el Teatro la Candelaria el escogido para realizar este documental.
Sandro Romero: Realicé el documental El Teatro La Candelaria: Recreación Colectiva en el año 2006, dentro de las actividades en homenaje al grupo, cuando cumplieron 40 años. Y lo hice con muchísimo gusto y conocimiento de causa, porque el grupo de Santiago García ha sido esencial en mi formación teatral. Y no sólo para mí, sino para toda una generación de espectadores y de artistas de la escena que, gracias a su estímulo, decidimos que el teatro era nuestro polo a tierra y había que asumirlo como un asunto de vida o muerte. En estos momentos preparo la continuación, un nuevo documento que se llamará La Candelaria: Años Cincuenta y que dará cuenta de la vida del grupo entre 2006 y 2016.
SC: ¿Cuál fue el montaje del Teatro La Candelaria que más le gustó?
SR: No tengo montajes preferidos del Teatro La Candelaria. Todos, en su momento, fueron definitivos: el modelo de Nosotros los comunes y La ciudad dorada. La cachetada de reflexión y genialidad de Guadalupe: Años sin cuenta. La estructura perfecta de los 10 días que estremecieron al mundo. La España esperpéntica de El diálogo del rebusque o de El Quijote. La edad de oro de El paso o Maravilla Estar. La provocación sin vergüenza de En la raya. En fin. Todo en La Candelaria me ha conmovido. Desde que los descubrí cuando era un niño, hasta las sotanas colectivas de la reciente Camilo.
SC: ¿Qué momento en el Teatro La Candelaria no olvida? ¿Qué instante le gustaría repetir?
SR:Lo triste y, al mismo tiempo, lo bueno de La Candelaria, es que es un grupo que, a pesar de los años, no se detiene ni se repite. No puedo escoger un solo momento. Pero, si me obligan a seleccionar uno solo, me quedaría con las entradas sublimes de cualquiera de las canciones llaneras de Guadalupe: Años sin cuenta. Creo que allí está uno de los momentos más hermosos del teatro moderno, no sólo de Colombia, sino del mundo.
SC: Con los cambios constantes de estos años nos hemos preguntado cómo será el futuro del cine o de la literatura, o quizás no. Pero, realmente las artes se encuentran en un constante cambio, y el teatro es una de ellas. ¿Cómo ve usted el teatro para los años venideros?
SR: No soy profeta y no puedo adivinar lo que no existe. Pero, de acuerdo con la evolución de las artes escénicas en las últimas décadas en Colombia (de la cual el Teatro La Candelaria ha sido permanente protagonista) creería que las fronteras entre las artes tienden a desaparecer. Y la formación, así como la exigencia técnica de actores, directores, en fin, de los especialistas del mundo de las tablas, tiende a profesionalizarse y a solicitar mayores niveles de exigencia.
SC: Todos los personajes de 'Caliwood' produjeron miles de ideas y de cultura en nuestro país y usted, indudablemente, es partícipe de toda esta creación. Podemos decir que usted tiene ideas por doquier y diferentes talentos, pero, sí nos gustaría saber si usted es más feliz escribiendo, dirigiendo o enseñando...
SR: Para mí, no hay ninguna diferencia entre escribir, dirigir o enseñar. Mis amigos del cine o del teatro optaron por un solo camino. Quizás porque me formé, casi desde la cuna, en la Escuela de Bellas Artes de Cali, he bebido del ballet y de las artes plásticas, de la música y del teatro, de la literatura y de la televisión, de la radio y del periodismo cultural. Todos a una, forman parte de un territorio único que se llama el Arte, con mayúsculas. Y sus fronteras, día a día, se esfuman en el aire.
Imágenes del Teatro
Un trozo de historia sobre el Teatro
El teatro fue fundado en 1966 por un grupo de artistas e intelectuales independientes, provenientes del naciente teatro experimental y del movimiento cultural, quienes comenzaron en la calle 20 nombrándose a sí mismos como La casa de la cultura. Allí se realizaron diversas adaptaciones de obras nacionales como Soldados de Álvaro Cepeda Samudio y algunos experimentos que se denominaron Mágicos, definidos como una experiencia conjunta de creación entre teatreros y artistas plásticos.
En 1968 La casa de la cultura se fue de trasteó al barrio La Candelaria ubicado en el centro de Bogotá en donde adaptó una sala para 250 espectadores y a partir de allí tomó el nombre de Teatro La Candelaria. Fue allí donde comenzaron a concebir obras originales de creación colectiva y participación, realizaciones que, en muy poco tiempo, lograron despertar un gran interés por el Teatro.
A comienzos de los 80's algunos de los integrantes del grupo escribieron y montaron sus propios textos. De allí surgieron obras como 'El diálogo del rebusque', escrita y dirigida por Santiago García; 'La tras-escena' de Fernando Peñuela y 'El viento y la ceniza' por Patricia Ariza, además de algunas experiencias en danza como 'La historia del soldado' de Stravinski – Ramus en coproducción con la Orquesta Filarmónica de Bogotá.
Las obras nacionales del repertorio, la búsqueda de nuevos leguajes expresivos y la producción de imágenes, han hecho que diversos festivales del mundo se interesen por el teatro y que, tanto en el grupo como en el movimiento teatral, se desarrollen investigaciones sobre su práctica a través de talleres, seminarios y encuentros.
El teatro mantiene el repertorio, la experimentación y el debate como hechos de creación artística, que para este 2016 cumple 50 años de trabajo destacable.