Un café con Andrew Tucker, director de 'El viaje del acordeón'
27 / 11 / 2017

Un café con Andrew Tucker, director de 'El viaje del acordeón'


Por Paola Arcila Perdomo
Paola Arcila Perdomo
27 / 11 / 2017

Por: Paola Arcila

'El viaje del acordeón' documental dirigido por Rey Sagbini y Andrew Tucker, se estrenó en 2015 en las principales salas de cine del país y posteriormente en nuestra pantalla. Señal Colombia la presentará de nuevo y por este motivo estuvimos con Andrew Tucker tomándonos un café en el Park Way, en Bogotá. Una divertida entrevista en la que nos contó cada detalle de la cinta y algunos secretos de su vida...

Lunes

4 de diciembre 10:30 p. m. → 'El viaje del acordeón'

Periodista: ¿Cómo aprendió tan bien el español?

Andrew Tucker: soy inglés, viví en Alemania y aprendí español en el colegio a través de estos años. Sin embargo, hace 6 años que estoy viviendo aquí.

P: Se quedó mucho tiempo viviendo en Colombia, ¿es por "El viaje del acordeón"?

AT: Sí, además me ofrecieron trabajo en la Universidad del Magdalena y allí conocí a la que hoy en día es mi esposa.

P: ¿Ella es de Santa Marta?

AT: No, es de Boyacá.

P: ¿Cómo es que un inglés se interesa por el vallenato en Colombia?

AT: No sé realmente. La primera vez que estuve en Colombia fue en el año 2000, y me pareció súper rarísimo escuchar en las busetas una música con elacordeón, un instrumento que siempre significaba para mí el sur de Alemania, algo como folk music, pero escucho con ese mismo instrumento algo caribeño, algo que para mí era difícil que encajara. En Alemania es una expresión interior, del alma, mientras que en Colombia es una expresión extrovertida, es para todos. En fin, en algún momento estudié con Rey Sagbini, un amigo mío, colombiano, estudiamos antropología juntos y después cada uno fue a estudiar cine, hasta que un día pensamos hacer una película juntos, buscamos temas y quedó la historia del acordeón.

P: Hablando de conceptos culturales ¿cómo percibe este sueño de los protagonistas de ser reyes vallenatos?

AT: Es un sueño, pero ya no lo perciben como la única meta, ellos tocan en el festival porque la gente quiere. Manuel Vega, el protagonista, se deja siempre convencer, no lo hace para coronarse Rey Vallenato, por supuesto es lo que desea, pero no es la razón principal, lo que busca es pasarlo bien y dedicarse a su pasión, eso me parece muy bonito.

P: Con respecto a las pasiones musicales, en la cinta, el conjunto vallenato toca en Alemania en diferentes lugares, ¿cómo se vive el sentimiento en este país?

AT: Con mucha curiosidad, en Alemania no se conoce esa música. Ellos tocaban en la plaza, restaurante o en la calle, pero para la gente es algo extraño. La reacción fue mover un poco la cabeza y bailar una especie de vals, sin que les cuadrara mucho el ritmo. (Risas)

P: ¿Cuánto duraron haciendo la grabación de 'El viaje del acordeón'?

AT: Comenzamos en 2009 y terminamos a comienzos de 2012.

P: Ha sido un largo proceso de transición que finalmente llegó al Festival de Cine de Cartagena hace un tiempo, ¿cómo fue la experiencia?

AT: Esa fue la prueba de fuego, fue el primer festival en el que mostrábamos el documental al público general. El primer día que mostramos la película había una sala de 60 personas y una fila de 3 cuadras queriendo entrar. Durante todo el festival siempre fue así. (Sonrisa)

P: ¿Qué anécdotas hay de la grabación de la película?, ¿qué pasó en el proceso?

AT: Nunca sabíamos qué iba a pasar el siguiente día, cruzamos el océano más de 16 veces y nunca salía del jet lag. Sin embargo, hay un momento especial:invitaron a tocar al conjunto a Alemania, se necesitaban visas y sabes que no es tan fácil. En los papeles les preguntaban, por ejemplo, sus ingresos mensuales y ¿cuánto pones si eres músico?, respondes ¿cuando tengo un toque mucho y cuando no, pues no tengo nada? Porque en últimas eso es lo que quiere ver la Unión Europea, que uno puede gastar mucho en Europa. (Risas) En fin, comenzamos el proceso y finalmente el conjunto consiguió la visa un día antes de su vuelo, solamente un día. ¡El susto!

P: Cuéntenos algo más de usted, algo que aún no le haya dicho a ningún medio...

AT: Mi trabajo es mi vida, hacer documentales me permite entrar a culturas o a situaciones que normalmente no puedes llegar. He conocido y viajado bastante, he pasado una semana con pescadores buscando camarones en el mar del norte, momentos inolvidables en la Sierra Nevada de Santa Marta con un wayú, esto me ha enseñado que nada es blanco y negro y que dejarse ir por estas experiencias es lo que me deja esta vida como documentalista.

P: ¿Proyectos a futuro?

AT: Estoy trabajando en una historia en la Guajira sobre rutas migratorias de los Wayú y estoy trabajando en documental animado sobre un alemán que se convirtió al Islam, que fue perseguido por la policía militar alemana y que lucha con los talibanes en contra de los aliados en Afganistán y, finalmente, llega a Berlín de nuevo, para volverse cantinero. ¡Es una historia de la vida real!

P: ¿Y la invitación para que realicemos este viaje del acordeón?

AT: Es un viaje que les va a hacer reír, llorar y nuevamente reír. No se van a arrepentir solo van a querer repetir.