Fotos: Radio Nacional y Alcaldía de Medellín
Comuna 13 Medellín
02 / 03 / 2023

¿Cómo se convirtió la Comuna 13 de Medellín en un centro cultural?


Por David Jáuregui Sarmiento
David Jáuregui Sarmiento
02 / 03 / 2023
Fotos: Radio Nacional y Alcaldía de Medellín
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La Comuna 13 se presenta ante el mundo como un ejemplo de cambio y transformación social. Prueba de ello es que se organizan en ella demostraciones deportivas como Red Bull Medellín cerro abajo por el cual esta comunidad recibirá a 29 deportistas de 10 nacionalidades distintas que correrán por primera vez en la historia los 1.6 kms del sendero de Red Bull MCA 2023. 

Allí, donde se hace el trayecto de esta pista, que cuenta con 17 obstáculos entre peraltes, curvas, drops (caídas) y rampas, hay mucha historia por contar. 

La Comuna 13 aparece así ante cámaras y dispositivos móviles como un lugar que pasó de ser un territorio de máximo riesgo debido a la violencia de las guerrillas, paramilitares, bandas y organizaciones narcotraficantes a una especie de sector que cuenta desde el graffiti, el turismo y el arte en general lo qué era la Comuna 13 antes y cómo se ha convertido en lo que es ahora.

¿Pero, cómo llegó a proyectar esa imagen y qué es de la historia que tiene por contar más allá del turismo?

Comuna 13 Medellín

Disputas entre grupos armados y un renacer marcado por la violencia

De la Comuna 13, se dice, el cártel del capo del narcotráfico Pablo Escobar se nutrió de jóvenes sin oportunidades para convertirlos en sicarios, secuestradores y extorsionadores, haciendo de aquel sector un caldero de vulnerabilidad y violencia, dejando con el tiempo dicho territorio y sus habitantes en manos de quien pudiera ejercer el poder de la fuerza violenta y económica.

"Más o menos 250.000 personas viven en la comuna en la actualidad. La mayoría de la población es desplazada por el conflicto, y viven de la economía informal, del subempleo. Mucha de la población son madres cabeza de hogar", destaca Manuel López Ramírez, director del Museo Escolar de Memoria de la Comuna 13 y Rector de la Institución Educativa Eduardo Santos.

Manuel recuerda que pese a las difíciles condiciones de vida que ya colmaban a la Comuna, todo cambió en 2002, cuando la Comuna 13 se convirtió en un escenario de guerra urbana por cuenta de la política de Seguridad Democrática, que regía en aquel entonces.

"Una vez entra en escena la era de la seguridad democrática, después de la operación Orión, se dijo que con esa operación final se daba fin a la criminalidad de la ciudad, pero en realidad sembró terror y víctimas. Medellín y la comuna se convierten en un teatro de experimentación de guerra urbana donde se vivieron vejámenes y atropellos producto de un escenario de guerra que tiene como antecedentes la existencia de grupos de guerrillas insurgentes, pero que llegan a ser reemplazadas por grupos paramilitares con el apoyo del Estado para eliminar sus enemigos y ‘salvar la ciudad’, pero no sucedió ni lo uno ni lo otro", asegura López, quien además de liderar el Museo y la institución educativa es abogado, estudiante de doctorado y licenciado en Filosofía e Historia.

Comuna 13 Medellín

Lo que han recogido organizaciones como el Museo Escolar de la Memoria o el Centro cultural Casa Kolacho es que la mayoría de victimas fueron civiles, producto de los bombardeos en medio de la ciudad, de los ataques y sobrevuelos de helicópteros e incluso el uso de tanquetas de guerra, lo cual desembocó en el dominio de grupos paramilitares. Se cambiaron unos por otros, pero el crimen continuó, con el agravante de que quien alzase una voz de protesta o fuera sindicado -muchas veces sin pruebas- de pertenecer a grupos insurgentes podría, en el peor de los casos, ser torturado, asesinado o desaparecido.

De acuerdo con el Centro de Memoria Histórica, tan sólo en la operación Orión participaron alrededor de 1.500 efectivos y estuvo acompañada por hombres y mujeres encapuchados -paramilitares- que habían realizado un trabajo previo de inteligencia y acompañaban a la Fuerza Pública en sus labores de allanamiento y captura de supuestos colaboradores de la guerrilla. 

Don Berna, responsable de las fuerzas paramilitares de aquel entonces declaró que: "varios de nuestros hombres fueron allá, muchos de ellos iban encapuchados, se identificó varias personas, algunas fueron dadas de baja, otros fueron capturados y después desaparecidos".

El balance de víctimas, según ha reportado el diario El Tiempo en la población civil fue extenso, con decenas de civiles heridos, decenas de homicidios cometidos por la Fuerza Pública, decenas de personas asesinadas por los paramilitares, personas torturadas, casi 100 desapariciones forzadas y más de 400 detenciones arbitrarias, sin contar los miles de desplazados.

Comuna 13 Medellín

La Comuna 13 que quedó y la Comuna 13 de ahora

Desde la guerra urbana en la Comuna 13 pasaron ya 30 años. Hoy buena parte de ella está pintada de graffiti y parece una exitosa muestra de paradigma donde se transitó de la violencia a la cultura, acompañada del turismo alrededor de unas escaleras eléctricas transitadas a diario por locales y extranjeros. 

Pero ni fue tan fácil llegar allí ni la imagen que se muestra en redes sociales es tan completa.

"Cayeron desde aquel entonces muchos líderes que desde el arte hicieron estas denuncias. Surgió, por ejemplo, un movimiento que se llamó 'Revolución sin muertos', inscrito en la cultura Hip Hop. Muchos de esos muchachos fueron cayendo, hasta que en el año 2009 cayó Kolacho, uno de los egresados del colegio donde está el museo y quien dejó mucho dolor entre la comunidad", recuerda López Ramírez.

El Hip Hop fue un movimiento que impulsó la lucha no violenta en los más jóvenes, a través de las cuatro expresiones de esta cultura: la música, el graffiti, el break dance y el DJ. Pese a que muchos de ellos fueron silenciados por la violencia (que de acuerdo con el discurso oficial terminaba tras las operaciones militares) fue una de las semillas del color y el ambiente artístico que se vive en la parte turística de la Comuna 13.

"Lo que surgió después de Orión fue terrorífico. Los mandatarios lo negaban. Llegó el proyecto de unas escaleras eléctricas, que al final no era prioritario, pero para la ciudad, para la administración era prioritario poner las escaleras porque alrededor de eso venía a manejarse una estética urbana, como un cuento para elaborar una narrativa donde la gente supera los conflictos olvidándose de todo lo que ha pasado", asegura el director del Museo Escolar de Memoria. 

Para López Ramírez, sin embargo, el estallido comercial y turístico que se vive allí no es una forma de progreso real de la comuna, "sino una perversión de las necesidades de la gente. Quisimos contrarrestar con el museo la explotación comercial, esteticista de los mandatarios, el turismo como una forma de demostrar que la guerra y la violencia sufrida era necesaria para que hoy tuvieran este progreso. Como una pequeña limpieza de la historia oficial frente a los hechos violentos donde el estado tuvo una enorme responsabilidad".

El escenario en la actualidad es bastante diverso. En la actualidad, afirmó López, muy pocas organizaciones de las que hacían trabajo de memoria escaparon a la explotación del turismo. "No es un crimen, porque la gente no tiene forma de subsistencia. La gente no tiene empleo, opciones, y tienen que entrar a hacer lo que hacen. Por eso muchas organizaciones culturales de resistencia frente al olvido han tenido que dedicarse finalmente a hacer explotación del turismo", concluyó el director del Museo Escolar de Memoria.

Pese a todo esto, el ambiente festivo diurno que tiene el sector cultural y turístico de la Comuna ha dado iniciativas como la Casa Kolacho, un centro cultural de Hip Hop liderado por el colectivo de Hip Hop C15 y Camaleón producciones, quienes a lo largo de su historia han aportado al proceso de formación y fortalecimiento del movimiento Hip Hop en Medellín, siendo reconocidos como unos de los impulsores de festivales de Hip Hop como "Revolución sin muertos" hasta 2010, y ahora con el "Festival Manifiesto, Cultura Viva Comunitaria", además de liderar el proyecto "Territorio de Artistas", propuesta permanente para hacer de los barrios y comunas de Medellín un espacio para la creación, para el encuentro y la vida digna.

En las víctimas y el arte se encuentra el génesis de esta salida turística y cultural que hoy es tan sólo una de las caras de la Comuna 13, y que con iniciativas como el "Graffitour" se hace un recorrido histórico, estético y político elaborado por artistas del movimiento Hip Hop, con el cual dan a conocer las historias que mueven e inspiran la esperanza y la búsqueda de mejores condiciones de vida para la comunidad, y que también cuentan las historias de inequidades y violencias históricas que aún son presentes en la zona.

Como el Graffitour, hay muchas otras propuestas más que van más allá de la explotación turística y comercial de su historia, pero que sólo se pueden conocer una vez las personas se preguntan más allá de las escaleras eléctricas a qué obedece el fenómeno internacional que hoy es la Comuna 13.

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