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Las librerías son espacios tranquilos e imaginarios en el que los lectores buscan inmiscuirse en relatos, letras, papel, etc., son aquellos lugares donde encuentras la historia cultural de cualquier ciudad o país. Para el semiólogo italiano, Umberto Eco, “una librería es un ‘palacio de la memoria’, donde los libros no solo son objetos físicos, sino también portadores de historias, ideas y cultura acumulada a lo largo del tiempo”.
Las librerías en Colombia han evolucionado para adaptarse a las cambiantes tendencias y necesidades, y hoy por hoy son espacios que no solamente ofrecen libros sino espacios para trabajar, tomar café y compartir momentos de relajación.
¿Cuándo nacieron las librerías en Colombia?
Debido a los pocos registros históricos detallados sobre la historia de las librerías en Colombia, destacaremos un documento audiovisual del Archivo Señal Memoria en el que muestra algunas imágenes de la fachada y vitrinas de la inolvidable Librería Buchholz (cerrada en la década de 1970), ubicada sobre la Avenida Jiménez en Bogotá, fundada por el librero, Karl Buchholz (1901-1992). De la misma manera, la Librería Central (fundada en 1936 por Gilberto Owen, adquirida después por Paul Wolff y dirigida desde 1946 por Hans Ungar) ha sido testigo importante en la vida cultural y literaria de la ciudad y punto de referencia para la creación de librerías independientes o locales, que actualmente han evolucionado el mundo y el hábito de la lectura entre el público.
Los cafés han sido lugares de encuentro y debate. Los primeros cafés conocidos en el mundo surgieron en el Medio Oriente, en la región de Arabia, durante el siglo XV. En el año 1475 se conoció uno de los primeros cafés, el "Kiva Han", que se estableció en la ciudad de Constantinopla (actualmente Estambul, Turquía), donde diversas personas mantenían debates intelectuales y sociales.
Otro de los primeros cafés notables fue el "Kahveh Kana", abierto en La Meca alrededor de 1511. La expansión de los cafés se extendió rápidamente desde el Medio Oriente hasta el norte de África y luego hacia Europa.
En el siglo XVII, los cafés se habían convertido en una parte importante para que las personas se pudieran relacionar como lo vemos actualmente en estos sitios. Uno de los cafés más importantes fundado en 1686 y que aún existe, fue “El Procope”. Se dice que los escritores Rousseau y Voltaire, se encontraban con frecuencia en este lugar.
En el siglo XVIII, se crearon dos cafés que aún se mantienen y que son los más antiguos del mundo: el Café Florian, que abrió sus puertas en 1720, y se encuentra ubicado Plaza de San Marcos en Venecia, Italia; y el Café Greco de Roma, que con sus obras originales impone la elegancia y el estilo de otros tiempos.
Durante el siglo XX, especialmente a partir de la década de 1950, los cafés comenzaron a proliferar en las ciudades colombianas, convirtiéndose en lugares populares para encuentros sociales, debates políticos y culturales.
Según el libro “El impúdico brebaje. Los cafés de Bogotá”... “Los cafés vienen de una tradición muy española, y en general europea. Son célebres los cafés de Viena, Madrid o Berlín, por no hablar de París. Aún en los cafés actuales, nadie está con quien le toca (padres o hermanos, abuelos, tíos o esposa) sino con quien escoge. Se escoge el café por el círculo de amigos.”
Este documento audiovisual del Archivo Señal Memoria recuerda el relato del fotógrafo colombiano Felipe Ferré sobre los primeros cafés que se crearon.
Desde Constantinopla los cafés han brindado el espacio para socializar, comunicarse y confrontar ideas, no solo entre personas de élite, sino también entre los sectores más populares. Esto define la importancia de esta bebida que sigue abriendo espacios muy amplios de creación, discusión, ideas y diálogo que van de la mano con las librerías, templo para los amantes de la literatura y ambiente perfecto para debatir, conocer, enseñar y/o trabajar.
Las librerías-cafés también han demostrado ser lugares de creatividad y productividad porque hacen sinergia entre sí.
Actividades como las tertulias, clubes de lectura, charlas con escritores, dan un resultado más favorable cuando lo enlazas a debates (sociales, económicos y políticos) que históricamente se han llevado a cabo en los cafés. De esta manera se entiende que hay una sinergia positiva entre lo real y lo mágico.
Las librerías-cafés surgieron como un espacio de encuentro con obras literarias, donde se hallan todo tipo de libros o géneros literarios y en el que, más allá de comprar y llevarte un tesoro llenos de letras a tu casa, puedes generar una conversación con cualquier lector, escritor, artista, estudiante, intelectual, letrado, etc., personalmente, teniendo como puente de debate el café.
Librerías-Café para visitar en Bogotá
Estas son algunas de las librerías-cafés que puedes visitar en Bogotá, porque la gente feliz toma café y lee libros.
Casa tomada, libros y café
Transversal 19 Bis No. 45D-23
La Valija de Fuego
Es considerada como la librería punk. Carrera 7 # 45 -52.
Wilborada 1047
Construida en 1943. Calle 71 #10-47
Matorral Librería
Entre árboles, jardines, letras, ventanales gigantes y café. Av 19#36-55, Teusaquillo
Prólogo. Café y libro
Cra 5 #67-01
Tertulia Librería-Café
Carrera 22 # 74-07). La bienvenida a este lugar se las darán los dos gatos libreros, Salomé y Socrates.
La Dacha
Con un enfoque en literatura eslava. Cra 4a #66-19
Tornamesa
Tienen una sección dedicada a vinilos y CDs. Ubicada en la Zona G: Calle 70 # 5-23 y el Centro Comercial Avenida Chile: Calle 72 # 10-34 Local-236
La relación entre las librerías y los cafés demuestran la relación humana que sigue siendo desde sus inicios para el hombre la manera más importante de comunicarse; las señas, los gruñidos, gestos, jeroglíficos, entre otros actos, han hecho de la comunicación humana un proceso constante, esto para el escritor, Yuval Noah Harari “el Homo sapiens es ante todo un animal social. La cooperación social es nuestra clave para la supervivencia y la reproducción”
La reflexión entonces, sobre el futuro de las librerías-cafés es la preservación de estos espacios para futuras generaciones, ambientes llenos de conocimientos, que favorecen el intercambio de ideas, la generación de diálogos y el debate intelectual.
Así que la próxima vez que estés interesado en encontrar un lugar mágico y real al mismo tiempo, no dudes en buscar más allá de esa encantadora dupla, las librerías-cafés.