Además de la trata de personas, el trabajo infantil sin remuneración o los engaños a personal del servicio doméstico para trabajar sin salario, también hay otro actor en el escenario de los derechos humanos que puede llegar a obligar a las personas a hacer trabajos en contra de su voluntad. Por eso, aquí te contamos cómo un Estado puede esclavizar sin la necesidad de cadenas.
Uno de los ejemplos más destacados está el capítulo Esclavos de la prisión de Estados Unidos de la serie documental ¿Por qué la esclavitud? (Why slavery?) que estará en abril en la pantallas de Señal Colombia.
Trabajo carcelario
Otra forma de esclavitud evidenciada por esta serie documental es el trabajo carcelario, documentado en el capítulo Encarcelado en Norteamérica, donde se pone en evidencia los alcances del poder judicial en Estados Unidos, país que cuenta con el número de presos más alto del mundo. En el país norteamericano, vale la pena destacar, son 2 millones de personas que trabajan por menos de un dólar el día, es decir, 3.000 pesos colombianos.
Más allá de los crímenes cometidos por los presos, este capítulo de la serie documental evidencia el enriquecimiento del sistema de justicia penitenciario y el control total de ciudadanos desfavorecidos tras las rejas. Esta particularidad del sistema es catalogado por los prisioneros como un modelo esclavista moderno.
Para hacernos una idea podemos recordar al director ganador del Óscar, Roger Ross William, quien logró rastrear alrededor de 80 mil millones de dólares que pasan por esta modalidad, dejando al desnudo varias compañías que se estaban lucrando con un modelo cargado de avaricia que, además, afirmó el director, esconde un constreñimiento a los jueces para alargar las condenas.
Aunque este es un caso reciente, David P. Wright, autor del libro Esclavos del Estado (Slaves of the State), relata cómo estos casos han venido sucediendo en las prisiones desde 1871 y se extendió hasta 1930 en el Estado de Virginia.
En dicho texto el autor señala que "algunos defensores de la esclavitud en la prisión intentan disfrazarlo como un programa de rehabilitación diseñado para brindar a los presos habilidades laborales que pueden usarse después de su liberación".
Así, la esclavitud no solo se vale de la ilegalidad para llegar a su cometido sino que a veces el mismo establecimiento crea estructuras legales punitivas que, lejos de solamente castigar a los criminales, los convierte en máquinas de tiempo completo al servicio de empresas privadas.
Impuestos y corrupción
Si bien cobrar impuestos no es una forma de esclavitud porque en principio sirve para el sostenimiento de un país, el origen de esta práctica en Roma nos puede llevar a pensar que cobrarlos para resarcir deudas que tomaron los corruptos en el poder puede acercarse bastante. En el imperio Romano el cobro de tributos surgió por las deudas del Imperio Romano, en el año 27 antes de Cristo. Esto es un tema delicado, pues según José Roberto Acosta, economista con maestría en finanzas corporativas del CESA, pensar en los impuestos como una forma de esclavitud moderna no está muy lejos de la realidad, especialmente frente al crecimiento de la deuda pública de los países.
"Cada día crece la deuda pública, lo que implica algo vitalicio en donde las naciones siempre están sujetas por siempre. Así todos terminamos pagando, de generación en generación, dinero en impuestos obligatorios que algunos roban con total impunidad. Lo curioso es que antes, en Roma, los dueños de los esclavos se preocupaban por comida, techo y salud. Actualmente cada quien ve cómo sobrevive y a la vez paga impuestos", explicó el economista.
Pero tributar para que el dinero se pierda es otra cosa. De acuerdo con el experto y magíster en economía Nicolás Rojas Pardo "el cobro de los impuestos es un acto civilizador de las naciones para sostener el Estado, donde este garantiza la infraestructura y el funcionamiento, pero una vez estos dineros públicos son usurpados, terminamos siendo esclavos y trabajadores de un sistema corrupto".
Por eso, quisimos profundizar en el tema y resolver esa tensión entre los derechos y los deberes de los ciudadanos de acuerdo al numeral 9 del artículo 95 de nuestra Constitución y por qué puede dolernos en algunos casos pagar nuestros impuestos y sentirnos esclavos de los corruptos. Así que no te pierdas esta breve explicación de Daniela Ariza, magíster en Economía de la Universidad Externado:
Esclavos de exportación
En este capítulo se habla sobre el caso de Corea del Norte, un país reconocido por su eterno conflicto con los Estados Unidos. Su líder, Kim Yong Un, es un acérrimo defensor de las armas nucleares y el fortalecimiento del capital humano de su ejército.
Tanto ha sido el interés político por aumentar su capacidad armamentística, que en este documental se logró evidenciar un modelo de esclavitud laboral, protegido por un robusto sistema de vigilancia.
Se trata de un “esquema legal” donde los norcoreanos son enviados –de forma remunerada– como mano de obra de construcción hacia distintos países como Rusia, China y algunos miembros de la Unión Europea. Sin embargo, en la letra pequeña del contrato dice que todo el dinero obtenido por su trabajo es transferido al régimen gubernamental y no a sus cuentas personales, como corresponde.
Mientras no ven su dinero y trabajan 12 horas diarias, solo les queda el consuelo de que están honrando su país, aunque subyace un comercio de seres humanos y una trata de personas soportado en un andamiaje legal de estándares internacionales.
Este documental pone al desnudo la interacción entre gobiernos para que esto suceda de forma normal, siendo cómplices de una problemática que satisface las necesidades de la guerra. En otras palabras, en contra de los derechos humanos, los gobiernos pueden llegar a encontrar formas aparentemente legales de esclavizar a sus ciudadanos.
Servicio militar obligatorio indefinido
Prestar el servicio militar sigue siendo una obligación constitucional para los varones en Colombia, según lo afirma la ley colombiana, por la cual se reglamenta el servicio de reclutamiento y control de reservas. Curiosamente, las mujeres podrán prestar el servicio militar voluntariamente, lo que desde el principio deja ver que no todas las formas de servicio militar obligatorio implican formas de esclavitud.
Aquí estamos hablando de una imposición legal amparada en un marco jurídico internacional, por lo que la directora del grupo de investigación de derechos humanos de la Universidad del Rosario, María Teresa Palacios aclaró que "el servicio militar obligatorio no es esclavitud, pero si alguno de los militares superiores incurre en tratos indignos con subalternos con actos de maltrato, encierro, tortura o golpes, si podrían considerarse como actos de esta naturaleza".
En Colombia, por ejemplo, no se han presentado sistemáticamente este tipo de casos, pero en otros países como por ejemplo en Eritrea sí se puede ver la esclavitud tangible tanto para hombres como mujeres. Eritrea es un caso especial, porque en esta nación, ubicada al noreste de África, la duración del servicio militar era indefinida y debían soportar largas jornadas de trabajo en agricultura y construcción, mientras que las mujeres eran esclavas sexuales de los comandantes. Todo salió a la luz en el año 2000.
En Colombia esto no podría pasar, pues incluso un ciudadano puede declararse objetor por conciencia radicando un derecho en el distrito militar al que haya sido asignado para ser eximido de esta obligación. Vale la pena destacar que dicha declaración es un derecho fundamental que ampara la Constitución política de Colombia y la Corte Constitucional en distintas sentencias.