Cómic de la serie animada de Señal Colombia, Gravedad 1.
Fanzine de la serie animada de Señal Colombia, Gravedad 1.
10 / 10 / 2018

Los inicios del cómic en Colombia


Por David Jáuregui Sarmiento
David Jáuregui Sarmiento
10 / 10 / 2018
Cómic de la serie animada de Señal Colombia, Gravedad 1.
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Señal Colombia tiene su cuota en la historia del cómic colombiano, con la publicación del cómic de Gravedad 1. Por eso nos dimos a la tarea de averiguar cómo se desarrollaron las historietas en el país.

La serie animada de ciencia ficción Gravedad 1, una coproducción de Señal Colombia con HIERROanimación y Autobotika, narra algunos apartes de la historia que no aparecen en la serie animada, una muestra de que el cómic está vivo en el país no solo con historias internacionales, sino también con historias multiplataforma.

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No es un secreto que el cómic tiene presencia consolidada en el país desde hace menos de 30 años a pesar de tener una breve tradición histórica que empezó, según la Facultad de Artes de la Universidad Nacional, en 1924 con el trabajo del maestro Adolfo Samper.

Sin embargo, cómo se ha desarrollado este género literario gráfico es una historia esquiva por la que pocos se han puesto a indagar y que además se limita a algunos ejemplos de publicaciones que distan de la tradición de cómics europeos o estadounidenses.

“La investigación sobre la historieta nacional es escasa y, por lo general, producto de iniciativas individuales impulsadas por el ánimo personal de unos pocos lectores juiciosos”.

Pablo Guerra, escritor, guionista e investigador sobre el cómic colombiano (2014).

No obstante, esfuerzos como el de la Biblioteca Nacional o la Facultad de artes de la Universidad Nacional (en adelante UNAL), que hizo todo un museo virtual sobre el cómic y las historietas en el país, han determinado que, aunque son pocos los apartes, esta forma de comunicación sí ha tenido un desarrollo extenso en estos parajes y que hoy representa una parte considerable de la industria editorial, en manos de casas de historietas como Surreal Cómics, Dika Cómics o Aluna Estudios, entre otras editoriales independientes que le apuestan al cómic nacional.

Los inicios del cómic en Colombia

La investigación de la Facultad de artes de la UNAL encontró que en enero de 1924 empezó a publicarse en el diario gráfico de la tarde Mundo al día, la que se considera la primera historieta colombiana, llamada Mojicón.

Esta era obra del maestro Adolfo Samper y se trataba de una adaptación de la historieta estadounidense Smitty de Walter Berndt, la cual era publicada en el Chicago Tribune-New York News Syndicate.

La crisis económica de los años treinta del siglo pasado obligó al cierre de Mundo al día y, con esa publicación, también se fue Mojicón y sus travesuras.

Fuente: Museo virtual de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional

 

Nada más aconteció respecto a las historietas sino hasta 1933, cuando apareció la revista para niños llamada El chanchito; más adelante el Ministerio de Cultura impulsaría la publicación Rin Rín. Ambos fueron intentos por promover la lectura de historietas en los más chicos pero, como podríamos imaginar, ninguna de las dos publicaciones sobrevivió a esa década y para 1938 ninguna de las dos seguiría con vida.

La década del 40, en cambio, dejó ver que aunque los anteriores intentos habían fracasado, había algo que descubrir y esas inquietudes dieron lugar a la aparición de algunas publicaciones que llevarían consigo historietas, como la Revista Sábado, que publicó dos historietas originales del maestro Adolfo Samper: Misiá Escopeta y Don Amacise. Además, en 1945 y en 1948 surgieron las revistas con historietas llamadas Michín y Pombo.

Fuente: Archivo digital de la Biblioteca Nacional de Colombia

 

Los esfuerzos de Samper superaron todas las expectativas y cuatro años después de Don Amacise el artista se mandó al ruedo con la publicación continua de este mismo personaje, pero tras un breve éxito ese año, Don Amacise vio el fin de sus días dibujados en junio de 1953.

A partir del año 60, no obstante, el país vería los frutos de los primeros pasos dedos en las cuatro décadas anteriores y en 1962 el diario El Tiempo empezó a publicar en sus páginas la tira cómica Copetín de Ernesto Franco.

Fuente: Museo Virtual de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional.De la misma forma, en 1964 ocurrió algo insólito: la Policía Nacional editó la revista Policía en acción, que incluye trabajos de Ernesto Acero y Francisco Bernal.

Además, como bien rescata el museo virtual de la UNAL, también nació Ediciones Colombia, una compañía encabezada por Luis Emiro Ramos, que produjo las revistas Mundo maravilloso, Fabulandia Futurama, apoyados los dibujantes Carlos Cajiao y Fernando Acosta, quienes crearon personajes como Jaimito o el superhéroe Deimos.

Ya para la década de 1970, podemos decir, empezó a tenerse en cuenta el cómic, aunque todavía muy al estilo colombiano más con tintes políticos o de las coyunturas nacionales, muy distante de los cómic de ficción que habían en Estados Unidos. En esta década, de acuerdo con la investigación de la Facultad de artes, surgieron al menos seis publicaciones de tiras cómicas importantes.

Calarcá, historierta de El Tiempo.

 

Ya en este momento tanto El Espectador, El Tiempo y El Colombiano, los principales diarios del país no dudaron en incluir historietas en sus impresos.

Para 1970, El Tiempo publicaba Calarcá, una tira cómica de Carlos Garzón que contaba las aventuras de un indígena colombiano. Un año después de incluir estas historietas, El Tiempo celebró un concurso en el que ganaron las tiras cómicas tituladas Aprenda a dibujar y Clubman.

También, El Espectador tenía en sus páginas a La Gaitana, un cómic de Serafín Verde, y en 1975 El Colombiano incluyó en sus páginas impresas la tira cómica Los invasores de Elkin Obregón, pero solo perduró hasta 1978.

Cali también se interesó por las tiras cómicas y, con más clase que las demás ciudades, dejó para la historia Soldados Zona Bananera 1928, una revista de Ricardo Potes.

Además, también en Cali, surgió el colectivo (y revista homónima) Click, que contaba en sus miembros con Ricardo PotesLeón OctavioHans AndereggJorge SaavedraMarco Aurelio CárdenasWilson Ramírez y Gilberto Parra.

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Fuente: Museo Virtual de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional.

 

1980 también fue un año importante para el cómic colombiano, destacó el museo virtual de la UNAL: “La tira cómica Juan Paradoja, del dibujante Darry, publicada en el diario El Tiempo, fue recopilada en forma de libro, así como Balita de León Octavio. Por otro lado, en Estados Unidos, Carlos Garzón y el colombo-estadounidense Al Williamson realizarían el trabajo de entintado de la segunda y tercera partes de Star Wars para Marvel Comics”, se lee en el aparte de 1980 de la publicación universitaria.

Para este punto, los colombianos ya estaban entrando en contacto con el fenómeno cómic como lo conocemos hoy en día, pero según el ilustrador Giovanni Rozo fue hasta 1994 que el país entró realmente en esta onda, pues hasta ese momento se empezaron a popularizar las series de televisión extranjeras que se desprendieron de los cómic que llevaban leyendo por décadas los norteamericanos y los franceses, como por ejemplo con Tin tín o Superman.

Tin Tin

 

“Desde 1994, por las series de televisión las personas empezaron a consumir cómics y se empezó a utilizar la palabra ‘cómic’. Antes de los 90, la gente no decía así, lo llamaban ‘historietas’, ‘comiquitas’, ‘cuenticos’. Hoy en día la gente sabe qué es un cómic, sin tener que leerlo (…) en los 90 hubo un grupo creativo de personas que empezamos a hacer cómic con las reglas originales de este género. Hasta el 2000, la Librería Francesa y la Librería Nacional empezaron a traerlos en su formato real. Ahora, en la Panamericana también se venden. Muchas personas empezaron a seguirnos y es bonito porque hay muchos proyectos visuales”, dijo el experto a Publimetro en el marco del primer Taller de cómic realizado en Bogotá, el pasado 17 de marzo de 2017.

Hoy en día, como veremos con el cómic de Gravedad 1, ya no es una cuestión ajena a los colombianos e, incluso, hacemos historias de ciencia ficción que exploran el país cuando ya exploramos con normalidad el espacio.

Y tu, ¿qué tipo de historietas disfrutas más?