La mujer colombiana es celebrada cada 14 de noviembre en memoria de la heroína independentista Policarpa Salavarrieta, ejecutada ese mismo día en 1817 por las tropas realistas. Su legado como espía, combatiente y mujer insurrecta convirtió esta fecha en un símbolo de resistencia femenina y en un recordatorio de que la lucha por la libertad en Colombia también tiene rostro de mujer.
La oficialización del “Día de la Mujer Colombiana” reconoce precisamente esa huella histórica: la de mujeres que, como La Pola, enfrentaron injusticias, desobedecieron silencios impuestos y se convirtieron en pilares de transformación.

La búsqueda de paz: el territorio que las mujeres han defendido con su propio cuerpo
Si algo ha marcado profundamente la historia nacional es la incansable labor de las mujeres en la construcción de paz. Desde la independencia hasta los conflictos contemporáneos, la mujer colombiana ha cargado sobre sí no solo el dolor, sino también la esperanza.
Colectivos como las Madres de Soacha, las Madres Buscadoras, las mujeres de asociaciones de víctimas, lideresas sociales, defensoras del territorio y cuidadoras de la memoria han demostrado que su aporte al país trasciende lo simbólico: es estructural.
Ellas han marchado, denunciado, persistido y señalado caminos donde antes solo había silencio y miedo. Su voz ha sido brújula moral y puente para que miles de familias no sucumban al olvido.

La mujer colombiana en la cultura nacional: raíz, identidad y creación
La mujer colombiana es también el corazón cultural del país. Desde las cantadoras del Pacífico hasta las artesanas wayuu, desde las escritoras que resignifican la memoria hasta las cocineras tradicionales que preservan sabores ancestrales, la presencia femenina sostiene lo más profundo de nuestra identidad colectiva.
Su creatividad nutre las músicas, las artes, las narrativas y los territorios. Su mirada transforma. Su fuerza mantiene vivas las tradiciones y, al mismo tiempo, impulsa nuevas formas de crear y comprendernos como nación.
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Un día para honrar lo que nunca debió olvidarse
Conmemorar el Día de la Mujer Colombiana es reconocer siglos de valentía, sacrificio y lucha. Es agradecer a Policarpa y a todas las mujeres que han defendido la dignidad incluso cuando el país les dio la espalda. Es entender que la historia de Colombia, su dolor y su esperanza, no puede narrarse sin ellas.
Hoy, 14 de noviembre, celebramos el valor, la memoria y el legado de cada mujer colombiana. Su vida y su resistencia siguen siendo el faro que ilumina el país de la belleza, incluso en sus noches más oscuras.


