El próximo martes 4 de noviembre, en el marco de la Muestra Binacional de Cine Somos Hermanos, se proyectará gratis en Cinema Paraíso la película venezolana Azú, dirigida por Luis Alberto Lamata. Una historia que nos transporta a la Venezuela colonial para recordarnos que la libertad, aún en los tiempos más oscuros, siempre encuentra una voz que resiste.
Ambientada en el siglo XVIII, Azú narra la travesía de una joven esclava recién llegada de África que se convierte en la única esperanza de un grupo de esclavos para escapar del dominio de su amo, Don Manuel, y regresar a sus orígenes en el continente negro. Sin hablar español, pero guiada por una fuerza ancestral y la valentía que solo nace del instinto de sobrevivir, Azú encarna la dignidad y la memoria de un pueblo que se negó a ser silenciado.
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Una historia sobre raíces, violencia y libertad
La película, dirigida por el reconocido cineasta venezolano Luis Alberto Lamata (Taita Boves), se adentra con crudeza y belleza visual en las entrañas del sistema esclavista que marcó la historia del país. Su intención no es solo mostrar la violencia de la colonia, sino revelar las heridas del racismo que aún laten en la sociedad contemporánea.
A través de una narración intensa, Azú habla sobre el deseo de libertad, la resistencia cultural y el sincretismo espiritual que mantuvo viva la identidad africana en tierras americanas.
El filme es protagonizado por Flora Sylvestre, una actriz debutante que da vida a Azú con una fuerza conmovedora. Su interpretación transmite el miedo, la fe y la esperanza que atraviesan a una mujer convertida en símbolo. La acompañan Juvel Vielma (Taita Boves) y Pedro Durán (Zamora), junto a un elenco conformado por actores del grupo teatral de Barlovento, región conocida por su herencia afrovenezolana.
Cine que devuelve la voz al pasado
La historia cuenta con rigor histórico, pero también con un profundo sentido poético. Las persecuciones en la selva, los ritos, los silencios y los cantos africanos se funden en un relato que invita a sentir la espesura del miedo y la esperanza en cada plano. La fotografía y el arte del film construyen un ambiente lúgubre, casi espiritual, donde la oscuridad de la colonia se transforma en metáfora del olvido.
En ese paisaje de sombras y raíces, la figura de Azú emerge como un faro: una mujer que no solo huye, sino que guía. Su camino hacia las costas es también un viaje hacia la memoria, un intento de regresar al origen y recuperar la dignidad arrebatada.
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La memoria afrodescendiente en el cine venezolano
Azú es una de las producciones más importantes del cine venezolano reciente en torno a la memoria afrodescendiente. Con su mirada crítica, Luis Alberto Lamata se atreve a cuestionar la historia oficial y a rescatar la voz de quienes fueron silenciados.
La proyección de Azú en la Muestra Binacional Somos Hermanos no solo celebra el cine histórico latinoamericano, sino también la capacidad del arte para sanar las cicatrices del pasado. Porque contar estas historias, desde la verdad y la dignidad, es también una forma de liberación.
 
          
 
 






