Gabo se anticipó treinta años al hallazgo del Galeón San José
28 / 02 / 2024

Gabo se anticipó 30 años al hallazgo del Galeón San José


Por Álvaro Castellanos
Álvaro Castellanos
28 / 02 / 2024
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Gabriel García Márquez estuvo a un año, siete meses y diez días de descubrir en vida cómo una de sus creaciones literarias se convertiría en realidad. 

Para 1985, año de la publicación de El amor en los tiempos del cólera, la existencia del Galeón San José era apenas un relato típico del folclor Caribe. Una leyenda sobre una embarcación hundida en el Siglo XVIII con una fortuna incalculable a bordo, que el autor aprovecha en el desarrollo de su novela. 

Adelantada en el tiempo, como siempre, la ficción de Gabo se volvería real treinta años después, aunque no alcanzó a vivir para presenciarlo, pues la fecha de su muerte fue el 17 de abril de 2014 y el hallazgo del Galeón, el 27 de noviembre de 2015.

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El realismo mágico de García Márquez

La obra de Gabo se inmortalizó, entre otros motivos, por desarrollar una forma de narrar hechos extraordinarios como si fueran cotidianos. Y, sin proponérselo, su estilo se alineó con un movimiento literario asociado en principio a las artes plásticas, llamado «realismo mágico», que en la literatura tuvo referentes como el mexicano Juan Rulfo y el cubano Alejo Carpentier. 

En su realismo mágico, el autor colombiano toma la realidad, como la conocemos, y la híbrida con elementos fantásticos para llegar a terrenos fuertemente potenciados por la imaginación. 

Elevado a exponente máximo del realismo mágico, el ganador del Premio Nobel de Literatura en 1982 resaltó reiteradamente la influencia recibida por autores como los estadounidenses William Faulkner (de quien tomó la idea de crear a Macondo) y Ernest Hemingway (de quien siempre admiró su habilidad narradora), y por obras como La Metamorfosis (1915) del checo Franz Kafka, sobre un oficinista que una mañana se despierta convertido en un insecto, ante la indiferencia y el repudio de su familia.

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Gabriel García Márquez galeón San José

El Galeón San José en El amor en los tiempos del cólera

En el desarrollo de El amor en los tiempos del cólera, hay un punto en que Florentino Ariza, durante su juventud, se hospeda en un burdel y se entera de la existencia del Galeón San José, al escuchar los secretos que revelan desde habitaciones vecinas los clientes del lugar. Es uno de los momentos en que el realismo mágico emerge en la historia, mientras Florentino se sumerge en la idea de conquistar un tesoro y ofrecérselo a su amada eterna, Fermina Daza.

«Al atardecer, cuando bajaba el calor, era imposible no escuchar las conversaciones de los hombres que venían a desahogarse de la jornada con un amor de prisa (...) Fue así cómo se enteró de que a cuatro leguas marinas, al norte de Sotavento, yacía hundido desde el Siglo XVI un galeón español cargado con más de 500,000 millones de pesos en oro puro y piedras preciosas. El relato lo asombró, pero no volvió a pensar en él hasta unos meses después, cuando su locura de amor le alborotó las ansias de rescatar la fortuna sumergida para que Fermina Daza se bañara en estanques de oro».

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Conocedor de su existencia, el protagonista de El amor en los tiempos del cólera se dedica a enterarse tanto como puede sobre la embarcación, la labor que desempeñaba en la época de la conquista, las circunstancias de su hundimiento y la riqueza desbordada que se hundió con ella.

«En efecto, el San José era la nave insignia de la Flota de Tierra Firme, y había llegado aquí después de mayo de 1708, procedente de la feria legendaria de Portobello, en Panamá, donde había cargado parte de su fortuna: trescientos baúles con plata del Perú y Veracruz, y ciento diez baúles de perlas reunidas y contadas en la isla de Contadora. Durante el mes largo que permaneció aquí, cuyos días y noches habían sido de fiestas populares, cargaron el resto del tesoro destinado a sacar de pobreza al reino de España: ciento dieciséis baúles de esmeraldas de Muzo y Somondoco, y treinta millones de monedas de oro».

No saber nadar no fue impedimento para que Florentino Ariza renunciara a la búsqueda de su tesoro. Preso de su ensimismamiento, planea acudir a un grupo de niños para que ejecuten la tarea. Una intención que el mismo personaje comunica a Fermina por medio de una carta: el medio que usaban para mantener vivo su amor prohibido.

«Fue por esa época cuando Florentino Ariza decidió contarle en sus cartas que estaba empeñado en rescatar para ella el tesoro del Galeón sumergido. Era cierto y se le había ocurrido como un soplo de inspiración una tarde de luz en que el mar parecía empedrado de aluminio por la cantidad de peces sacados a flote por el barbasco. Al mismo tiempo una pandilla de niños que nadaba como tiburones pedían a los curiosos que les echaran monedas para rescatarlas al fondo del agua (...) Florentino Ariza los conocía de siempre, aún antes que al amor, pero nunca se le había ocurrido que fueran capaces de sacar a flote la fortuna del galeón. Se le ocurrió esa tarde y desde el domingo siguiente hasta el regreso de Fermina Daza, casi un año después, tuvo un motivo adicional de delirio».

En una de las últimas menciones al Galeón San José en El amor en los tiempos del cólera, Florentino es engañado por Euclides, el niño al que encomienda sumergirse en el mar en búsqueda de las riquezas del Galeón. Un pulpo de 300 años con sus tentáculos atrapados en la embarcación y el cadáver esquelético del capitán flotando por las aguas son algunas de las versiones inverosímiles divulgadas por el niño quien, además, engatusa a Florentino mostrándole joyas falsas para sostener su engaño. 

Al final, es la propia madre de Florentino quien lo aterriza sobre lo poco realista que es rescatar los 116 baúles de esmeraldas y las 30 millones de monedas de oro sumergidas junto con la nave. Por esto, cabe el análisis de que la ingenuidad del personaje, por creer que puede encontrar un tesoro que lleva hundido en el mar hacía siglos, responde a su propia obstinación por escalar económicamente para que su relación con Fermina sea aceptada.

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«Por esos días, Euclides había salido a flote con tantas pruebas de su fábula, que ya no era asunto de seguir triscando aretes y anillos desperdigados entre los corales. Sino de capitalizar una empresa grande para rescatar el medio centenar de naves con la fortuna babilónica que llevaba dentro. Entonces ocurrió lo que tarde o temprano habría de ocurrir. Y fue entonces que Florentino Ariza le pidió ayuda a su madre para llevar a buen término su aventura. A ella le bastó morder el metal de las joyas y mirar a contraluz las piedras de vidrio para darse cuenta de que alguien estaba medrando con el candor de su hijo. Euclides le juró de rodillas a Florentino Ariza que no había nada turbio en su negocio, pero no volvió a dejarse ver el domingo en el puerto de los pescadores, ni nunca más en ninguna parte».

Colombia aplica su soberanía para explorar al Galeón San José

El estado colombiano descenderá finalmente en el mar de las costas de Cartagena para comenzar un ambicioso proyecto de conservación de los patrimonios sumergidos del Galeón San José. Esto supone el fin de una larga espera de más de ocho años desde que la Armada Nacional encontró la embarcación y de más de 300 desde su hundimiento. Aunque a los tesoros que se encuentren no se les dará un valor comercial, se estima que están avaluados en más 10,000 millones de dólares.

En este sentido, el gobierno del presidente Gustavo Petro inauguró el 23 de febrero de 2024 una mesa técnica conformada por el Ministerio de Cultura, el Instituto Colombiano de Antropología e Historia, la Dirección Marítima y la Armada de Colombia para sentar las bases de lo que será esta larga de misión de recuperación de los restos del Galeón San José, pactada para arrancar en el curso de 2024 en una operación que asciende a 4,5 millones de dólares.

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El pleito entre Colombia, España y EE.UU. por el Galeón San José

Desde que el Galeón San José fue encontrado el 27 de noviembre de 2015, Colombia, España y Estados Unidos lo reclaman como suyo. En primer lugar, Colombia justifica su propiedad al argumentar que la embarcación está localizada en aguas nacionales y que, además, su hallazgo corrió por cuenta de la Armada colombiana.

Por su lado, España considera que el Galeón era un «Barco de Estado» y, según la normativa de la UNESCO, su ubicación no altera su propiedad, como si se tratara de la Embajada de un país ubicada en suelo extranjero. Y, finalmente, la empresa estadounidense Sea Search Armada sostiene que en 1981 entregó al Gobierno colombiano unas coordenadas de ubicación de la nave, muy cercanas al lugar donde fue encontrada, por lo que reclama la mitad de su riqueza. 

Aunque parece un hecho que el Estado colombiano saldrá favorecido en su propiedad sobre el Galeón San José, según la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya (en Países Bajos), la última palabra sobre este litigio aún podría tardar al menos dos años.