La evolución del acordeón en el vallenato
06 / 05 / 2024

¿Cómo llegó el acordeón a Colombia?


Por David Jáuregui Sarmiento
David Jáuregui Sarmiento
06 / 05 / 2024
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El acordeón, un instrumento musical armónico de viento, constituido por lo general por un fuelle, un diapasón y dos cajas armónicas de madera, es tal vez uno de los instrumentos más representativos de la música vallenata, declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2015.

Se trata de uno de los instrumentos indispensables cuando hablamos del vallenato en cualquiera de sus cuatro aires, y aunque mucho se discute sobre la importancia para el género de la guitarra frente a la del acordeón, nadie discute que el acordeón es un instrumento central para el vallenato, incluso inmortalizado por películas como Los viajes del viento, disponible en RTVCPlay.

Pero, cómo llegó el acordeón a Colombia y cómo se convirtió este instrumento de origen europeo en un indispensable del folclor colombiano y del vallenato es una pregunta que frecuentemente nos hacemos, así que hoy te contamos cuál es la historia del acordeón en Colombia.

Desde Europa a Colombia: La evolución del acordeón en el vallenato

Fotograma de la película Los viajes del viento

Algo sobre la historia del acordeón

La historia del acordeón empieza en Europa, y en general se le atribuye al austriaco Cyrill Demian, quien registró el invento en 1829, aunque es mucho más intrincada que su simple invención en un momento exacto de la historia, pues el el acordeón sufrió notables avances y desarrollos muy rápidamente en diferentes partes del antiguo mundo.

Por un lado, según diferentes fuentes bibliográficas, el invento se atribuye al emperador chino Nyu-Kwa, 3000 años antes de Cristo, aunque numerosos inventores elaboraron diferentes elementos que fueron constituyendo al acordeón como se conoce hoy: desde el francés Pensionnat, a quien se le atribuye la invención del typófono (que daba una sola nota fija), hasta Eschenbach, que unió varias.

Como fuere, para 1810 ya aparecen registros de diferentes órganos soplados occidentales, como es el caso de la mundharmonika del alemán Buschman, de la que deriva la conocida armónica. Pero fue Cyrill Demian quien se hizo con la primera patente, a partir de la construcción de un instrumento dotado de un fuelle y cinco botones, cada uno de los cuales producía dos acordes.

En la historia del acordeón, sin embargo, cobra especial importancia la inclusión de un segundo teclado en la parte derecha del instrumento, en 1880, compuesto por cuatro botones que permitían dar dos acordes cada uno como acompañamiento a la melodía, lo cual constituyó el acordeón diatónico que ha llegado hasta hoy en la tradición musical de muchos pueblos incluyendo en la cultura vallenata colombiana.

Pronto este instrumento haría presencia en diferentes partes del continente americano, convirtiéndose en un indispensable no sólo en el Vallenato, sino también en otros géneros como el Tango, la Cumbia, la Milonga, el Forró brasileño, entre muchos otros.

Desde Europa a Colombia: La evolución del acordeón en el vallenato

La llegada del Acordeón a Colombia

Aunque existen estimaciones de cómo se introdujo el instrumento hasta hacerse el acordeón colombiano inmerso en la música vallenata, algunos investigadores como Julio Oñate Martínez, autor del libro El ABC del vallenato, han señalado que el primer modelo que llegó al país fue el acordeón de ocho botones en el teclado conocido como “acordeón de nota abierta”.

El “acordeón de nota abierta”, de acuerdo con Oñate Martínez, estuvo en boga desde comienzos del siglo XX hasta finales de la segunda década de dicho siglo y tal vez un poco más tarde.

El acordeón colombiano, el utilizado por los antiguos juglares de aquella época, explica el autor del El ABC del vallenato, fue de marcada preferencia por la casa alemana Hohner, “quizás por su mayor fortaleza y atractivo visual frente a los producidos en Francia, Italia y Austria, sus principales competidores”.

Para la década de 1930 se popularizó un modelo conocido como “tornillo e máquina”, el cual incluso se hizo legendario pues es el instrumento con el cual, según la tradición oral de la Leyenda Vallenata, Francisco el Hombre se enfrentó al diablo en una disputa en la cual el juglar habría derrotado al maligno con su maestría en el acordeón.

Desde Europa a Colombia: La evolución del acordeón en el vallenato

Fotograma de la película Los viajes del viento

Para finales de la misma década, explica Oñate Martínez, se introdujo al mercado el “acordeón moruno”, bautizado así por los viejos acordeoneros de la provincia como Emiliano Zuleta, el cual tenía limitaciones en las tonalidades mayores, y el cual fue reemplazado cuando a comienzos de la década de 1940 llegaron a Colombia los acordeones de dos teclados.

“De esta manera, la evolución del instrumento generó cambios en las creaciones folclóricas al permitirle a creativos y ejecutantes una mayor disponibilidad de recursos melódicos”, explica Julio Oñate Martínez.

A estos nuevos instrumentos marca Hohner, que ya se pueden considerar como acordeones colombianos debido a que estaban asentados entre los representantes de la cultura vallenata se les llamaban “Guacamayos” o “Colibríes”, pues venían adornados con dibujos de guacamayas, colibríes y otras aves tropicales, posiblemente como estrategia de mercadeo de los fabricantes para entrar en el mercado latino.

La década de 1950 llegó con los acordeones “Dos coronas”, un acordeón de tres teclados con 31 botones para los altos y 12 botones en los bajos, los cuales permitieron ampliar significativamente el marco melódico de los artistas. Luis Enrique Martínez, asegura el autor del ABC del vallenato, fue uno de los primeros y más grandes maestros de este acordeón vallenato.

Desde Europa a Colombia: La evolución del acordeón en el vallenato

Entre la década de 1950 y 1960 los cambios introducidos en el instrumento fueron principalmente de la terminación angular (cuadrada) de los acordeones, introduciendo así cambios en las líneas de sus diseños con redondez en los extremos. “Con este cambio de líneas en el diseño se consolidó la denominación de ‘moruno’”, explica Oñate.

Fue hasta comienzos de la década de 1970 que llegó a Colombia el definitivo acordeón colombiano o acordeón vallenato, el acordeón insignia con el cual hasta la actualidad se ha hecho el vallenato: el Hohner “Corona III”, también bautizado como “Cinco en tres”.

“Sobre este instrumento constantemente se ha volcado la inspiración de muchos compositores para dedicarle páginas doradas de nuestro cancionero, como es el caso sobresaliente de Emiliano Zuleta Díaz que en 1985 ganó el concurso de la canción inédita en el Festival Vallenato con su paseo Mi acordeón”, destaca el investigador.

Pero, además, el acordeón también ha sido modificado por los conocedores del instrumento en Colombia, con el propósito de introducir innovaciones en el instrumento para lograr nuevas tonalidades. 

Algunos de esos artesanos caribeños colombianos que hicieron maravillas con los acordeones hasta hacerlos un genuino acordeón vallenato fueron el tercer Rey vallenato Calixto Ochoa, Ovidio Granados, Chema Martínez, Ismael Rudas, entre otros.

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Desde Europa a Colombia: La evolución del acordeón en el vallenato

La diversidad cultural colombiana hace parte de una de las más destacadas características de nuestro país, pues el territorio es hogar de toda una amalgama de culturas, tradiciones y heredadas de occidente que ha dado como resultado una identidad multicultural muy rica, variada y difícil de definir.

De las tantas expresiones culturales propias del país, el vallenato, la música y la cultura que se desprende de ella es uno de los más famosos, por lo cual el acordeón colombiano ha destacado, al posicionarse como un símbolo de la identidad nacional y de un género de importancia e interés para la humanidad entera.

No significa que el acordeón sea un instrumento ajeno al mundo, por el contrario, su llegada al país en parte se debe a su popularidad entre músicos e intérpretes del planeta entero, pero sí es destacable que en Colombia no sólo se ha convertido en un símbolo de la cultura del caribe colombiano en su conjunto, sino que también ha sido modificado por los cultores y cultoras del vallenato para atender a sus propias necesidades musicales, haciendo una variación específica de acordeón colombiano o acordeón vallenato.

No es coincidencia entonces que en la producción cinematográfica, literaria, televisiva o musical el acordeón haga parte de los infaltables bien sea como personaje o característica de los personajes, y tampoco lo es que sea el instrumento insignia en el Festival de la Leyenda Vallenata, el máximo encuentro de este género en el país.

A partir de su llegada a Colombia desde Europa a principios del siglo XX, hasta su definitiva consolidación con el “Corona III” como instrumento inseparable del artista vallenato, el acordeón se ha convertido en un instrumento insignia del país, a tal punto de que en dos ocasiones Colombia se ha llevado el campeonato mundial en el máximo certámen que reúne a los intérpretes del acordeón: Alfredo Gutiérrez en Alemania e Israel Romero en Estados Unidos.

¿Y tú, qué otros datos conoces sobre el acordeón colombiano o el acordeón vallenato? ¡Recuerda compartir este artículo con tus conocidos aficionados a la música y el vallenato!