Cada 20 de julio se celebra en Colombia la independencia de Colombia frente a la corona Española.
Dicha narrativa es bastante conocida: en la mañana del 20 de julio de 1810 Luis de Rubio se dirigió de visita al negocio del comerciante español José González Llorente, con la excusa de pedir prestado un florero que se usaría en la cena ofrecida al comisario Antonio Villavicencio.
Los criollos sabían que Llorente se negaría a tal acto en favor de ellos, y utilizaron esta negativa para encender los ánimos de la población en contra de los españoles, lo que desencadenó en la creación de la junta de Santa Fe de Bogotá, conformada por importantes miembros civiles e intelectuales patrióticos, y quienes ejecutaron la firma del Acta de Independencia.
Sin embargo, esto es sólo parte de la historia oficial, y un proceso independentista casi siempre tiene mucho más por contar. Por eso, te traemos 5 datos que tal vez no sabías de la independencia de Colombia para que compartas con tus conocidos y familiares.
El proceso militar independentista fue un preludio de la “Humanización de la guerra”
De acuerdo con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CIRC), las batallas independentistas llevaron a la creación de un tratado que bien puede ser visto como “pionero del derecho internacional humanitario en el continente americano”.
De acuerdo con la CIRC, durante la independencia se celebró el Tratado de Trujillo de 1820, en cual nació antes del Primer Convenio de Ginebra, suscrito en 1864 para "aliviar la Suerte de la Condición de los Heridos de los Ejércitos en campaña".
El Tratado de Trujillo fue un acuerdo firmado entre Simón Bolívar y Pablo Morillo, “el pacificador”, en el cual se dictaminó, durante seis meses, el cese de combates entre el ejército real y el republicano.
La propuesta de Simón Bolívar era 'regularizar la guerra', poniendo límites o reglas a los conflictos armados. Por ejemplo, explica la CIRC, en aquel momento se habló del principio de humanidad, del paso de bienes esenciales para los civiles, del trato hacia los prisioneros de guerra, de la protección de los heridos y enfermos, y de excluir de las hostilidades a la población civil, elementos que hoy son integrales en los Convenios de Ginebra de 1949 y de todo el cuerpo de Derecho Internacional Humanitario, el conjunto de normas que, por razones humanitarias, trata de limitar los efectos de los conflictos armados.
No fue uno, sino varios gritos de independencia
La historia oficial ha fijado el 20 de julio como el día más importante de la independencia, pero cada vez más se recuerda que se trata de una lectura centralista desde Bogotá que ignora la amplitud del proceso independentista.
El proceso de independencia y posterior conformación republicana tuvo múltiples actores y procesos propios, y ciudades y territorios como Cartagena, Cali, Buga o Socorro, entre otros, tuvieron su propio proceso independentista y revolucionario que desencadenó en la pérdida del control territorial en la colonia por parte de la corona española.
De hecho, el Acta de Independencia de la Junta de Bogotá que celebra la historia oficial no fue una declaración propiamente dicha de independencia de la corona, pues esta no pretendía abdicar los derechos de la soberanía del pueblo al Monarca Fernando VII de España.
En cambio, otras actas de independencia, como la de Tunja, del 9 de diciembre de 1811, la de Santa Cruz de Mompox, del 6 de agosto de 1810, o la de Cartagena de Indias del 11 de noviembre de 1811, sí buscaron una independencia absoluta de la corona Española.
El proceso independentista fue un proceso tanto civil como militar
Pese a que la historia oficial describe la independencia como una victoria del ejército de Simón Bolívar, el proceso dista de ser un simple conflicto armado separatista. La revuelta que dio origen a la independencia también se desarrolló en el escenario social y cultural que fue tanto o más importante que la gesta del libertador.
Esto quiere decir que la lucha no se originó simplemente por una voluntad territorial de liberarse del control de la Corona, sino que también era impulsada por la búsqueda de una igualdad de derechos entre los ciudadanos.
Precisamente, la revuelta frente a la corona se inspiró en la Declaración de los Derechos del Hombre, un documento fundamental para la revolución francesa que tradujo Antonio Nariño en 1795. De ahí que la población indígena, afrodescendiente y miles de mujeres también hicieron parte de la lucha de independencia en busca de reivindicar sus derechos como ciudadanos.
A diferencia de países como Brasil, cuya independencia se hizo sin la necesidad del uso de las armas, la independencia de Colombia y las demás naciones liberadas por Simón Bolívar, fueron procesos mixtos donde la parte militar jugó un papel decisivo, pero no exclusivo, pues sin los procesos civiles hubiera fracasado.
Las revoluciones que inspiraron la independencia
Las guerras de independencia de la América española se inspiraron en las guerras emancipatorias de los Estados Unidos (1775-1783) y de Haití (1791-1803), así como en la Revolución Francesa (1789-1793) e incluso la insurrección de los comuneros, movimiento que se dio en la región del actual departamento de Santander y que fue sofocado violentamente por la Corona.
Pero, además, sin la invasión francesa en España, ocurrida en 1808 por Napoleón Bonaparte, que condujo a la crisis de la monarquía española con la abdicación de Fernando VII, estaríamos contando otra historia.
La mayoría de los antiguos súbditos del rey Fernando, incluyendo los criollos de Santa Fe, no aceptaron el gobierno de José Bonaparte, quien fue coronado como rey de España por su hermano Napoleón. Este proceso para crear un gobierno estable tomó dos años, y fue un periodo de tiempo decisivo que desestabilizó el control colonial de la corona.
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Colombia surgió mucho después de la declaración de independencia del 20 de julio
Aunque se celebra la independencia cada 20 de julio, como fecha oficial, aquel día no fue ni el primer hecho independentista ni el último antes de la verdadera liberación del territorio del yugo colonial.
En 1818, mucho después de aquella revuelta por el florero de Llorente, Simón Bolívar y Francisco Paula Santander lideraron y organizaron acciones coordinadas conjuntas que desencadenaron en la victoria republicana.
Hasta ese momento, dichas operaciones todavía tenían el objetivo de recuperar el territorio y la expulsión de las tropas españolas, quienes incluso para 1815 continuaban dando la puja por el control colonial.
En una de estas acciones, en 1819, se registró la llegada de tropas británicas a Angostura (hoy conocida como Ciudad Bolívar en Venezuela) para apoyar a Bolívar en sus pretensiones libertarias. Allí se dio el conocido Congreso Angostura, celebrado el 15 de febrero de 1819, y fue en dicho evento que Bolívar pronunció uno de sus discursos más célebres y la fecha en la que se considera el nacimiento oficial de la República de Colombia.
Antes de aquel momento, la Colonia seguía existiendo con varios territorios emancipados pero dispersos en diversas banderas y liderazgos que no tenían un horizonte común más allá de no hacer parte del poder colonial.