En la historia de Colombia hay un nombre que, aunque no siempre aparece en los libros escolares con la fuerza que merece, guarda un lugar muy especial: José María Melo. Fue un hombre valiente, polémico y apasionado, y hasta hoy sigue siendo el único presidente indígena que ha tenido nuestro país.

José María Melo: de Tierradentro para el mundo
José María Melo nació en 1800 en Chaparral, Tolima, en el seno de una familia de origen indígena pijaos. Creció en una época turbulenta, en la que las guerras por la independencia estaban marcando el destino del territorio. Desde joven mostró un gran espíritu aventurero y una enorme curiosidad por aprender, algo que lo llevaría lejos, incluso más allá de las fronteras de lo que hoy es Colombia.
Puedes leer: 7 de agosto y 20 de julio: entendiendo las dos fechas clave de la Independencia de Colombia
Un soldado del Libertador
Con apenas 15 años, Melo se unió a las tropas de Simón Bolívar. Participó en importantes batallas por la independencia y, con el tiempo, se convirtió en un militar experimentado. Su vida fue una mezcla de disciplina y aventura, siempre guiada por el deseo de justicia.
Pero su historia no se limitó a los campos de batalla: también viajó a países como Francia, Inglaterra y Alemania, donde conoció las ideas socialistas y progresistas que marcarían su visión política.
Un presidente diferente
En 1854, José María Melo se convirtió en presidente de la República de la Nueva Granada (lo que hoy conocemos como Colombia). Su mandato fue breve, apenas unos meses, pero muy significativo: defendía la educación pública, los derechos de los artesanos y una mayor igualdad para todos, especialmente para los sectores más humildes.
Sin embargo, sus ideas chocaron con las élites políticas y económicas de la época. Esto llevó a que fuera derrocado y desterrado, dejando atrás un proyecto de país que, para muchos, estaba adelantado a su tiempo.
Un luchador hasta el final
Lejos de rendirse, Melo continuó participando en luchas en Centroamérica y México, siempre del lado de los más oprimidos. Fue en México donde, en 1860, perdió la vida defendiendo la causa republicana.\
Su legado
José María Melo no solo es recordado por ser el único presidente indígena de Colombia, sino por su compromiso con la justicia social, la igualdad y la educación. Hoy, su figura se rescata como un símbolo de orgullo indígena y como ejemplo de que es posible soñar con un país más justo para todos.