Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas (1865) es una de esas obras que ha trascendido generaciones, nació como un cuento improvisado para entretener a tres niñas durante un paseo en bote por el Támesis y terminó convertido en un universo propio, lleno de preguntas sobre la identidad, el tiempo, la lógica y el absurdo.
En el siglo XlX Lewis Carroll, cuyo nombre real es Charles Lutwidge Dodgson, se atrevió a escribir una historia para niñas y niños que no buscaba castigar ni instruir, sino liberar la imaginación y ese fue el éxito de Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas (1865).
Esta historia cambió para siempre la literatura infantil, por sus personajes extravagantes, sus diálogos imposibles y su mirada juguetona, por eso no es de extrañar que haya sido reinterpretada por artistas, filósofos, cineastas y lectores durante más de 150 años.
Desde Señal Colombia te compartimos 10 datos curiosos y fascinantes que revelan cómo nació este libro, qué oculta entre líneas y por qué sigue siendo un territorio inagotable para lectores de todas las edades.
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10 datos curiosos de Alicia en el País de las Maravillas
1. Alicia sí existió en la vida real
Detrás del personaje que cae sin fin por la madriguera había una niña de carne y hueso. Alice Pleasance Liddell, hija del decano de Christ Church en Oxford, inspiró a Lewis Carroll (Charles Dodgson) con su curiosidad y su imaginación. Fue para ella que nació la historia, contada primero de manera oral durante largos paseos por el río.
2. Lewis Carroll no era Lewis Carroll
El autor eligió esconderse detrás de un seudónimo. Su nombre real era Charles Lutwidge Dodgson, matemático, diácono, fotógrafo y profesor de lógica en Oxford. Adoptó el alias para separar su obra literaria del rigor académico que marcaba su carrera. Bajo esa doble identidad nació un clásico universal.
3. Todo comenzó una tarde de verano en un bote
El 4 de julio de 1862, en un paseo que los biógrafos llaman la Golden Afternoon, Dodgson remaba hacia Godstow con Alice y sus hermanas cuando improvisó la historia que luego se convertiría en el libro. Fue tan poderosa esa primera narración que Alice le pidió que la escribiera. Y así fue como literalmente nació Wonderland.
4. El primer manuscrito tenía otro nombre
Antes de llevar el título que conocemos, la obra se llamó Alice’s Adventures Under Ground. Era una versión breve, manuscrita y dedicada especialmente a la pequeña Alice. Ese boceto luego fue ampliado, reescrito y enriquecido para dar vida a Alice’s Adventures in Wonderland.

5. Carroll ilustró la historia con sus propias manos
Aunque las imágenes icónicas que hoy recordamos son las de John Tenniel, el manuscrito original contenía dibujos hechos por el propio Carroll. Sus trazos muestran una Alicia de cabello oscuro y un mundo menos estilizado, más íntimo y espontáneo.
6. Fue una revolución en la literatura infantil
En una época en la que los libros para niños estaban pensados para enseñar obediencia y moral, Carroll rompió el molde. Su historia no buscaba educar a nadie, él solo quería entretener, sorprender, romper la lógica y cuestionarla a la vez.
Fue así como introdujo un nuevo modelo de literatura infantil, lúdica, irreverente y profundamente imaginativa.
7. La primera edición fue un desastre… y ahora es un tesoro
La tirada original de 1865 tuvo que retirarse porque Tenniel quedó inconforme con la calidad de la impresión. Carroll mandó repetir todo el trabajo. Las pocas copias sobrevivientes de esa primera edición hoy valen una fortuna y son piezas codiciadas por coleccionistas.
8. Wonderland: una sátira victoriana
Detrás del conejo con chaleco, la Reina de Corazones y la lógica absurda, Carroll escondió una crítica silenciosa a las normas sociales de la Inglaterra victoriana. El libro se burla del autoritarismo, del exceso de etiquetas, del gusto por la solemnidad.
9. Es uno de los pocos libros que nunca ha dejado de imprimirse
Desde 1865 hasta hoy, Alicia en el País de las Maravillas se publica sin interrupciones. Se ha traducido a decenas de idiomas, ha sido versionado en teatro, ballet, cine, televisión, videojuegos y arte contemporáneo. Su vigencia es un caso poco común incluso entre clásicos.
10. Su influencia atraviesa la cultura: del cine a la filosofía
Alicia no solo forma parte de la literatura, es un espejo cultural. Inspiró a surrealistas, matemáticos, psicólogos, músicos y cineastas. Algunas de sus frases: “Curiouser and curiouser”, “We’re all mad here”, se volvieron parte del lenguaje cotidiano.


