"¿Cómo han escrito las mujeres desde la colonia hasta nuestros días?" Esa fue la pregunta que guió la edición de la segunda entrega de la Biblioteca de Escritoras Colombianas, un proyecto liderado por la escritora Pilar Quintana, el cual se ha consolidado como un hito en la recuperación de la memoria literaria femenina del país.
La segunda parte de este proyecto fue presentada en el marco de la FILBO 2025, es una colección de 10 antologías que reúne las obras de 97 autoras colombianas, cuyas contribuciones van desde la colonia hasta la primera mitad del siglo XX, entre ellas encontramos diversos géneros literarios como cuento, poesía, novela corta, crónica y periodismo, dramaturgia, ensayo y crítica, literatura infantil y juvenil, literatura testimonial, miscelánea y textos políticos.
Todo este trabajo recopilado es una reivindicación, una prueba de que las mujeres siempre han escrito, incluso en condiciones adversas, así lo explica Quintana, “el proceso de escritura para las mujeres ha sido más complicado que para los hombres”, y es precisamente ese contexto histórico la parte esencial de la lectura de estos textos.
Lejos de ser una selección arbitraria o basada en gustos personales, como mencionó Quintana, “no se trataba de publicar los textos que nos gustaran a nosotros, sino los que han marcado hitos”. Entre ellos, por ejemplo, están los primeros textos escritos por autoras raizales, una aproximación inédita a la forma en que las mujeres comenzaron a escribir en las islas del Caribe colombiano.
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Una de las joyas de esta entrega es la obra Zuma de Waldina Dávila de Ponce de León, considerada la primera obra de dramaturgia escrita por una mujer en Colombia, la cual se desarrolla en la época del Virreinato. Así lo destacó la investigadora Natalia Mejía Estrada, quien también exalta el poder de otras piezas incluidas en esta entrega, como la antología de literatura rebelde, donde emergen voces femeninas que piensan en colectivo, se levantan contra el despotismo y reclaman derechos como el voto.
Las cartas de Manuela Sáenz a Simón Bolívar, incluidas también en la colección, dan cuenta de la lucidez y fuerza de una mujer que advirtió al Libertador de los intentos por asesinarlo. “Hay que mirar esa llaga no para hacerla más profunda, sino para decir: miremos este otro lado de la historia que no nos contaron”, afirma Mejía.
El proyecto nació en 2022 con una primera entrega que superó todas las expectativas. “Dijimos: si nadie viene, los ubicamos con una silla vacía y decimos que es por la pandemia”, recuerda Quintana entre risas. Pero el resultado fue otro: la fila para asistir al lanzamiento parecía la de un concierto de rock. Desde entonces, la Biblioteca de Escritoras Colombianas no ha hecho más que crecer en impacto, alcance y profundidad.
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Esta colección es un espejo amplio, diverso y necesario de la literatura hecha por mujeres en Colombia. Está disponible en librerías y en las bibliotecas públicas del país.