Vamos a caminar con monumentales próceres
Por Sebastián Acosta Alzate y Sandro Sánchez
Como si fuera un juego de ajedrez, los monumentos van cambiando de lugar y las calles se convierten en campo de juego social, pues mientras unos caminan indiferentes a la historia, lo que en realidad se está presenciando es una lucha simbólica entre la iglesia y la república.